La designación de Qatar como sede de la Copa del Mundo del 2022 siempre estuvo bajo sospecha. De hecho, en parte, fue una de las causas que provacaron la investigación sobre las autoridades de la entidad internacional que decantó en 2015 la destitución de Joseph Blatter como presidente tras 17 largos años de gestión.
Pero una vez seleccionado el anfitriónpara albergar la edición número 22 del torneo, ciertas acusacionesde corrupción y violaciones de derechos humanos empezaron a envolver al país de Medio Oriente, incluso, hasta el día de hoy, tras casi tres meses de culminado el evento con la Final que se desarrolló en el Estadio Lusail el 18 de diciembre pasado.
En cuestión, Qatar temía perder la sede de la Copa del Mundo. Por eso, según reportó por estas horas el periódico suizo NZZ am Sonntag, el estado qatarí encomendó un espionaje a cargo de servicios de inteligencia y exfuncionarios de la CIA sobre Gianni Infantino, acto conocidobajo el nombre en clave de ”Proyecto Matterhorn”.
Lo que se conoce hasta entonces es que el italiano habría participado de una reunión secreta con elexfiscal general suizo Michael Lauber en laSala de Conferencias del Hotel Schweizerhof en Berna (a pocos metros de la Embajada de Qatar) el 16 de junio de 2017, la cual tenía micrófonos ocultos.Al parecer,Lauber también fue responsable de investigaciones sobre irregularidades en la adjudicación de la Copa del Mundo a Qatar.
Según el medio citado, el finprincipalera registrar material incriminatorio. De hecho, se especula con la grabación podría haber sido utilizada para chantajear a Michael Lauber. El Fiscal General tenía todas las razones para mantener la reunión en secreto, como lo demostró más tarde la reacción del Tribunal Penal Federal. Una vez que se conocieron las reuniones informales entre Lauber e Infantino, los jueces enviaron a Lauber a la recusación en los procedimientos de la FIFA por razones de parcialidad.