Añadirse al Inter Miami significa para Lionel Messi un cambio rotundo en su carrera. Es que, de por sí, por primera vez jugará profesionalmente fuera del circuito europeo, algo a lo que estuvo acostumbrado en las últimas 19 temporadas (desde su debut en 2004 en el Fútbol Club Barcelona hasta mediados de este año cuando se retiró del París Saint-Germain).
Pero además habrá algo sustancialmente distinto para Leo en cuanto al foco competitivo. A diferencia de su estadía en Francia, el objetivo local para el elenco comandado por el Tata tiene mayor relevancia de lo que tenía la Ligue 1 para el PSG. Es decir, si logra ganar la Major League Soccer no se desmerecerá, sino que, al contrario. Sería una consagración histórica para la institución que preside David Beckham.
Primero porque en la MLS hay mucha más competitividad entre los integrantes del certamen (en total son 29 divididos en dos conferencias). De hecho, hay 15 campeones en 27 ediciones. Y segundo porque el Inter Miami jamás fue campeón (lo máximo que obtuvo fue un sexto puesto en la Conferencia Este en la temporada 2022).
Eso ya es una gran disimilitud a lo que sucede en Francia con la Ligue 1 y el París Saint-Germain (ganó ocho de las últimas 10) o incluso con el Fútbol Club Barcelona en LaLiga de España, en la que se alterna con el Real Madrid para ser el campeón nacional (el Culé ostenta 27 y el Merengue 35. Más atrás aparece el Atlético de Madrid con 11).
No obstante, eso tampoco quiere decir que el plano internacional no sea importante. Para Lionel Messi y compañía la Leagues Cup, en la que intervienen 47 equipos (todos los de la MLS y 18 de la Liga MX), es hoy en día la puerta para poder clasificar a la Copa de Campeones de la Concacaf y, por consiguiente también, al Mundial de Clubes.