Lo que la Fórmula 1 tiene de apasionante lo tiene de peligroso, y si, es verdad que la adrenalina de la velocidad hace que todo sea más emocionante, sin embargo, en un deporte como es la Fórmula 1 el más mínimo error puede terminar en la peor de las tragedias.

En toda la historia de esta competición fueron muchas las muertes que se produjeron, pilotos, oficiales y hasta espectadores perdieron su vida en el calor de las carreras, algunos por malas decisiones, otras por mala suerte.

Y aunque son cientos los choques que tiene en su espalda esta competición, decidimos analizar los que más marcaron la historia de este deporte.

Tom Pryce y una muerte muy desafortunada

La situación que llevó al fallecimiento del piloto britaníco Tom Pryce parece ser la prueba más fehaciente de que existe la mala suerte. En medio del Gran Premio de Sudáfrica de 1977, el monoplaza del piloto italiano Renzo Zorzi empezó a prenderse fuego, por lo que debió detenerse a escasos metros de la pista. Fue ahí que dos oficiales corrieron desesperados a intentar auxiliarlo, cruzando la pista de carrera.

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Fue allí que Pryce los vio y a pesar de su intento, no pudo esquivar a Jansen van Vuuren, el más joven del par de oficiales. Obviamente este murió al instante por el impacto del auto, con tanta mala suerte que,el matafuego que este llevaba encima para intentar apagar las llamas del auto de Zorzi, golpeó en la cabeza de Pryce al momento del impacto, también provocando su muerte.

El fin de semana trágico de San Marino y la muerte de Roland Ratzenberger

Para muchos, el Gran Premio de San Marino es sin dudas el GP que más tragedias ha traído a la Fórmula 1. Aunque la muerte de Ayrton Senna es la más conocida, no es la única que se dio en ese circuito, es más, ni siquiera es la única que se dio ese fin de semana.

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Es que un día antes del fallecimiento del piloto brasileño, el piloto austríaco Roland Ratzenberger estrelló su Sintek-Ford a 300 kilómetros por hora frente al muro de contención. Esto provocó en él una fractura en la base del cráneo, que terminó con su vida.

La desgracia con suerte de Rubens Barrichello

Fue en ese mismo fin de semana, un día antes cuando en un entrenamiento el brasileño Rubens Barrichello protagonizó un peligrosísimo accidente en San Marino.

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El por ese entonces joven piloto chocó provocando que su auto diera varias vueltas. Ante el impacto el brasilero perdió el conocimiento, por lo que es aún más milagroso que de semejante accidente solo haya tenido una rotura de brazo y de nariz. Su compatriota, Senna, no tendría la misma suerte unos días después.

El adiós a un gigante, Ayrton Senna

La historia de Ayrton Senna está llena de condimentos que la volvieron aún más trágica. El piloto es sin dudas uno de los grandes nombres de la historia de la Fórmula 1, multicampeón, carismático y considerado por muchos como el corredor más rápido de la historia.

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Su muerte se produjo en el Gran Premio de San Marino, el 1 de mayo de 1994. Tras una reanudación por un accidente, el piloto no pudo tomar la curva Tamburello e impactó su monoplaza a 310 kilómetros por hora contra el muro de contención. En su vehículo encontraron una bandera de Austria, que Senna había guardado para poder homenajear a Roland Ratzenberger, quién había fallecido en ese mismo circuito, solo un día antes.

La última carrera de Giles Villenueve

A pesar de ser considerado como uno de los pilotos más talentosos de la historia de la Fórmula 1, el competidor canadiense Giles Villenueve nunca tuvo la suerte de ser campeón de la competencia. Posiblemente, su trágico final le impidió hacerlo.

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Es que en el Gran Premio de Bélgica de 1982, más precisamente el 8 de mayo de ese año, el canadiense chocó ante el auto de Jochen Mass a 225 kilómetros por hora. El auto voló sobre el circuito y el piloto salió disparado, chocando contra la malla de seguridad, perdiendo su vida en el momento.

Niki Lauda y la prueba de resistencia definitiva

Seguramente la rivalidad de Niki Lauda y James Hunt permitió que la Fórmula 1 viviera algunos de los mejores años de su historia, a tal punto que hace poco tiempo se estrenó la película Rush, en su honor.

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Uno de los capítulos más trágicos de esa historia se dio en agosto de 1976, en Nürburgring. La carrera estaba a punto de cancelarse debido a las intensas lluvias, sin embargo, varios pilotos, liderados por Hunt, presionaron para que se dispute igualmente. A las pocas vueltas, Lauda chocó y sufrió un accidente casi fatal (sufrió quemaduras de primer y tercer grado en su cara y tuvo daños pulmonar por inhalar gases del combustible), a tal punto que internado un sacerdote le dio la extremaunción. Sin embargo, 40 días después y cubierto todavía de vendajes Lauda volvió a las pistas y quedó cuarto en el Gran Premio de Monza.

20 años después, le tocó a Jules Bianchi

Tras el fallecimiento de Ayrton Senna, la Fórmula 1 revisó mucho de sus protocolos y reforzó la seguridad de los pilotos. Gracias a esto y en muchos casos a la buena fortuna, la competición no tuvo que lamentar ninguna muerte en pista durante 20 años.

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El 5 de octubre de 2014, mientras disputaba el Gran Premio de Japón, el piloto francés Jules Biachi se vio envuelto en un accidente luego de chocar con una grúa en la vuelta 43. El vehículo estaba sacando un auto que se había accidentado en la vuelta anterior, sin embargo, no llegó a salir de la pista a tiempo para evitar la colisión con Bianchi. Rápidamente el piloto fue trasladado al hospital, donde permaneció internado en estado crítico por nueve meses cuando, desgraciadamente, falleció.

El milagro de Max Verstappen

En julio de 2021, mientras se disputaba el Gran Premio de Gran Bretaña, el piloto holandes Max Verstappen conmovió al mundo luego de protagonizar un verdadero milagro.

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Es que el piloto de Red Bull chocó su monoplaza con un muro de contención luego de ser impactado y empujado por Lewis Hamilton a 360 kilómetros por hora, algo que en la mayoría de los casos resulta fatal. Lo particular es que el propio Verstappen bajó del vehículo sin ayuda y, aunque fue llevado inmediatamente al hospital, no se le encontró ninguna herida de gravedad.

Elio de Angelis y una muerte plagada de negligencias

De todas las muertes que se produjeron en la historia de la Fórmula 1, pocas fueron tan posibles de evitar como la de Elio de Angelis, quién falleció por la poca cantidad de comisarios de pista que había en el circuito.

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Era el 14 de mayo de 1986, cuando el piloto italiano estaba haciendo unas pruebas libres en el circuito Paul Ricard en Le Castellet, cuando un alerón trasero de su auto se desprendió provocando que el auto diera una voltereta en el aire. El golpe no mató a Elio de Angelis, sin embargo, le impidió salir solo y ante la falta de oficiales que lo ayudaran debió esperar a que sus colegas pilotos frenaran e intentaran ayudarlo mientras el auto se prendía fuego. Además, el helicóptero para ir a buscarlo tardó más de 30 minutos. 29 horas después de su internación se anunció su muerte por inhalación de humo.

Hockenheim 1994, el choque masivo más importante de la F1

En 1994, en medio del Gran Premio de Alemania se produjo uno de los accidentes automovilísticos más recordados de la Fórmula 1.

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El culpable del accidente fue Mika Häkkinen, quién no pudo participar de la siguiente carrera como castigo. El incidente provocó el choque de diez autos en solo la primera vuelta. Cabe destacar que la pista había sido modificada para hacerla más segura, luego del accidente del año anterior que había terminado con la vida de Ayrton Senna.

El trágico final de Onofre Marimón, el argentino que compitió con Fangio

En 1954, Juan Manuel Fangio no era el único piloto argentino que recibía elogios y subía a podios en la Fórmula 1. Onofre Marimón era conocido entre otras cosas por haber hecho la remontada más importante de la historia de la competición, logrando superar 25 posiciones.

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Sin embargo, su vida terminó de manera trágica ese mismo año cuando en uno de los entrenamiento del Gran Premio de Alemania, en Nürburgring, y a bordo de su Maserati 250F protagonizó un accidente que terminó con su vida.

Una tuerca que casi mata a Felipe Massa

El brasileño bien parece tener un dios aparte cada vez que entra una pista, si había alguna duda de eso, desapareció luego de su insólito accidente en Hungaroring en el año 2009, cuando inexplicablemente chocó contra un muro yendo en línea recta.

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En realidad decir inexplicablemente es una exageración, ya que después de estudiar cuidadosamente lo que había pasado, los oficiales de la carrera detectaron que el piloto se había desmayado previamente debido a que una tuerca de otro auto salió despedida golpeándolo justamente en su cabeza. Por suerte, la salud de Massa no se vio demasiado perjudicada.

El entrenamiento fatal de Alberto Ascari

El italiano Alberto Ascari es, sin dudas, una de las primeras figuras de la historia de la Fórmula 1. Dos veces campeón mundial y uno de los responsables de llevar a Ferrari a lo más alto del deporte, su legado en la competición es indiscutible.

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Por eso, es aún más trágica su muerte, la cuál se produjo el 26 de mayo de 1955. Una semana antes, Ascari había protagonizado un feo choque en el Gran Premio de Mónaco, obligándolo a abandonar la carrera. Por eso, decidió viajar a Monza para probar un nuevo modelo de carreras de Ferrari. En una de las curvas más peligrosas del circuito, el piloto se accidentó provocando su muerte. Hoy, la peligrosa curva lleva su nombre a modo de homenaje.

Chet Miller, la primera víctima en la F1

La Indianápolis 500 también conocida como las 500 Millas de Indianápolis es una de las carreras más antiguas e importantes en la historia de la Fórmula 1. Sin embargo, en 1953 fue la cita donde se produjo la primera muerte de un piloto de F1 en una carrera.

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Se trata del piloto Chet Miller quien, el 15 de octubre, en medio de una sesión de prácticas en los días previos a la carrera principal, protagonizó un terrible incidente que culminó con su fallecimiento.

Carl Scarborough repitió su trágica historia

Fue en la misma pista y el mismo año que Chet Miller, Indianápolis 500 de 1953. Por desgracia Carl Scarborough repitió la misma trágica historia de su compañero de equipo y compatriota.

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Tras llegar en el duodécimo puesto al final de la carrera debido al agotamiento del calor provocado en la carrera. Tras su muerte, las autoridades de la competición anunciaron un plan para modificar los vehículos para que estén bien ventilados en carreras como la de Indianápolis.

Le Mans, el hogar del accidente más terrible de la historia de la Fórmula 1

La página más negra de la historia de la competición probablemente trate lo que pasó en 1955, en Le Mans cuando en medio de la carrera el inglés Mike Hawthorn realizó una peligrosa maniobra para entrar a los pits, provocando que su compatriota Lance Macklin tuviera que esquivarlo inesperadamente.

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Esto provocó un choque entre Macklin y el piloto francés Pierre Levegh. El galo perdió su vida en esa maniobra. El choque y la posterior explosión del auto provocó la muerte de 83 espectadores e hirió a, por lo menos, otros 100.

La profecía de la muerte a los 30 años de Mike Hawthorn, que habría provocado el accidente

En 1955, Mercedes y Jaguar se disputaban el puesto de ser la escudería más importante de la Fórmula 1. Para los alemanes, el argentino Juan Manuel Fangio era la estrella de la competencia, mientras que los ingleses apostaron todas sus fichas en Mike Hawthorn.

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Lo que muchos no sabían es que Mike Hawthorn estaba gravemente enfermo, le habían extirpado un riñón y su médico le había dicho que no llegaría a cumplir 30 años. Esto provocó una transformación en el piloto quién decidió dedicar sus pocos años de vida a la velocidad y las pistas, en muchas ocasiones manejando imprudentemente. En varias ocasiones, los pilotos lo habían acusado de poner en peligro la vida de sus colegas con sus maniobras, la tragedia de Le Mans parece ser la prueba irrefutable de que tenían razón.

El último gesto de Pierre Levegh que salvó la vida de Fangio en Le Mans

Tal vez por lo trágica que fue, tal vez por todos los cambios que provocó, la tragedia de Le Mans tiene varias historias que contar, y aunque la mayoría son realmente tristes, por la gran cantidad de muertes que hubo, otras son la demostración del compañerismo que existe entre la mayoría de los pilotos en la Fórmula 1.

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Es que en el momento que se produjo el choque entre Macklin y Pierre Levegh, el competidor francés llegó a hacerle un gesto a Juan Manuel Fangio para advertirle lo que pasaba. El argentino aseguró en más de una oportunidad que si no hubiera sido por esa indicación de su colega, él también se habría sumado a las víctimas fatales del accidente.