“Amores como el nuestro quedan ya muy pocos”, reza una canción que no aplica a la fidelidad de Sondre Moen con su actual ex sponsor.
El segundo hombre blanco más rápido en maratón de la historia le dio todas las razones del mundo a Asics para que le quite el apoyo antes de los Juegos Olímpicos.
El fondista noruego decidió correr los 10 mil metros de los Bislett Games, una de las citas atléticas más tradicionales del calendario mundial. De local, con los ojos de su país puestos en él a través de la televisación internacional, entró a la pista con unos zapatos con clavos Nike pintados de negro para disimular la famosa “pipa” de la marca de Oregon, y completó las 25 vueltas al óvalo naranja en 28:11.
Lo curioso es que Sondre había firmado contrato con Asics tres meses antes ya que es probable que sea el primer corredor no africano en cruzar la llegada de los 42K en los Olímpicos.
Según los medios noruegos, Moen decidió correr con Nike por motivos de salud (en el pasado sufrió varias lesiones en el tendón de Aquiles y hasta debió ser operado) y por seguridad a la hora de correr en pista.
Dos semanas después de la prueba, el “gigante nipón” ha anunciado que cancela el contrato del maratonista nórdico y que dejará de proveer productos y usar su imagen como embajador de la marca. Algo natural después de usar un calzado de la competencia antes de los Juegos de Tokio.