Apenas unos días después de su expulsión de Acapulco por atacar la silla del umpire tras perder un partido de dobles, Alexander Zverev ya tenía nuevamente una raqueta en sus manos -otra, claro, ya que la que usó en México quedó destrozada- para representar a su país en la Copa Davis.

Con Alemania ya en las Finals, se conoció entonces la decisión de la ATP sobre el brote de ira que tuvo Sascha y que le impidió buscar la doble corona en dicho torneo. La primera sensación es que se trata de una multa singularmente leve y una amenaza a futuro: no puede saltarse el código de conducta en el próximo año o será suspendido por ocho semanas.

 

Las disculpas de Zverev tras el incidente.

La probation estará vigente por un año y deberá portarse de 10. "Zverev tendrá que hacerse cargo de una multa adicional con valor de 25.000 dólares americanos y la suspensión de ocho semanas de cualquier evento del ATP Tour. No obstante, tanto la multa como la suspensión están unidas a la condición de que en un período de prueba que acaba el 22 de febrero del año 2023 –justo cuando se cumpla un año del accidente–, el jugador no incurra de nuevo en una violación del código de la ATP. Esto supondría una multa en los siguientes casos: conducta inapropiada como jugador, ya sea por un acto irrespetuoso o un comportamiento agresivo a un oficial, un oponente, un espectador o cualquier otra persona durante un partido. Abuso, tanto verbal como físico, a un oficial, oponente, espectador o cualquier otra persona que pueda estar en la pista".

En caso de portarse bien, una vez vencida la fecha del período de prueba, no se tendrán en cuenta las sanciones. "Zverev ha recibido una multa total que asciende a 40.000 dólares americanos por abuso verbal y conducta inapropiada en Acapulco. Además, también perdió el prize money de $31.570, tanto en singles como en dobles, y el ATP Ranking que pudo haber adquirido durante el evento de Acapulco", agrega el comunicado. 

¿Lograrán finalmente que se porte bien?