Pasó otra semana en la que Lionel Messi no renovó con el París Saint-Germain. Es decir, exactamente cuatro meses y 23 días desde la fecha que en Francia pronosticaban (primera semana de enero, a la vuelta de las vacaciones post Copa Mundial de Qatar) que se podía concretar la firma para la renovación del contrato que vence el 30 de junio próximo.
Por eso, a esta altura, todo aparenta que Leo ya se inclinó por despedirse del PSG. ¿La primera opción para continuar su carrera después de mitad de año? Se cae de maduro: el Fútbol Club Barcelona. Cuesta creer que la historia entre el Culé y el argentino haya terminado tan abruptamente sin que exista un nuevo capítulo para darle el cierre que ambas partes se merecen.
Además, la versión de la vuelta, por como creció en los medios y en el propio núcleo del Blaugrana, hace semanas es vox populi en Europa, por lo que si realmente no existen chances para ver a Lionel Messi otra vez en la institución de la Ciudad Condal el mismo entorno del futbolista -o él directamente desde, por ejemplo, redes sociales- se hubiera encargado de disipar el rumor.
Pero en contraposición de desmentir el retorno, Messi agregó un nuevo condimento. Como jugó el viernes con el París Saint-Germain (ganaron los de Christophe Galtier 2 a 1 vs. el SCO Angers con dos tantos de Kylian Mbappé en el Stade Jean-Bouin) decidió pasar el fin de semana en Barcelona junto a su círculo más íntimo.
Pero ese no es el detalle adicional que hace ilusionar aún más a la afición catalana, sino que, según medios españoles, llegó con 15 valijas. Semejante equipaje se asemeja más a una mudanza que a un fin de semana de visita en familia. ¡Joan Laporta y todo el FC Barcelona se frota las manos!