Reeditaron uno de esos clásicos de antaño en Inglaterra, y Nottingham Forest estuvo a la altura, superó a Liverpool en el City Ground y desató la locura de los locales en un partido en el que siempre fue superior al equipo de Klopp reeviviendo una vieja rivalidad del fútbol inglés.
Es que Liverpool careció de profundidad, no tuvieron una buena jornada Firmino y Salah, los dos puntas de los Reds estuvieron poco finos, imprecisos, desconectados del resto, encima Alexander-Arnold aún no está al 100% físicamente y Milner nunca desbordó ocupando ese lugar del lateral derecho.
En medio de todos los problemas de Liverpool, apareció Gibbs-White, una de las grandes figuras del Forest, que con presición y profundidad complicó mucho a la frágil defensa de los de Anfield.
El partido se definió con un solitario gol de Taiwo Awoniyi a los 55 minutos, y fue un merecido triunfo para el cuadro que con este triunfo sale, parcialmente del fonde de las posiciones, pero que sobre todo logra sumar nueve unidades y su segundo triunfo del torneo.
Sobre el final Liverpool con más del 75% de posición de pelota intentó hacer valer su tenencia, pero creó muy pocas oportunidades, Dean Henderson tuvo poco trabajo, pero cuando le tocó fue figura, como en casi todos los partidos que sumaron puntos, peleando y sufriendo para subsistir en su regreso a la Premier League.