Manchester United vive las primeras horas a una derrota para la historia en la Premier League, donde Liverpool sacudió a los Red Devils por 7-0 y donde se dieron diversos pasos atrás que recuerdan a tiempos peores. Erik Ten Hag, apuntan desde el Reino Unido, metió manos en el asunto.
Un doblete de Cody Gakpo, otro de Darwin Núñez, dos tantos de Mohamed Salah y un gol de Roberto Firmino cerraron una jornada de gloria para Jürgen Klopp y sus hombres, así como un duro golpe a ese proyecto que de la mano de Erik Ten Hag, venía de tocar metal días atrás. El enojo ante una caída en la casa del eterno rival se dejó ver en cada rincón de los Red Devils.
“Estoy sorprendido porque, por lo que he visto en los últimos meses y semanas, este equipo es resistente y tiene una actitud ganadora. En la segunda mitad no hemos tenido nada de eso. No hemos seguido nuestro plan y no hemos hecho nuestro trabajo”, fueron las palabras del neerlandés antes de aplicar sus primeras medidas tras una derrota que rompo los libros de historia de la Premier League.
El castigo de Ten Hag
Desde The Sun reportan que hubo enfado sideral en el vestuario de los Red Devils, ‘amenazas’ de no volver a jugar bajo su mando para quienes fuesen parte de ese 7-0 si es que algo así se repite y por encima de todo, un correctivo que se tradujo en solicitar varios minutos de silencio para escuchar las celebraciones de los aficionados del Liverpool en un Anfield Road que rugía por todo lo alto.
No es la primera vez que Erik Ten Hag aplica este tipo de correctivos a una plantilla que recordemos, luego de caer 4-0 ante Brentford en el inicio de temporada, vio como su día libre se anulaba y que les esperaban 13 kilómetros de carrera en las instalaciones de Manchester United como castigo. En aquella ocasión como en esta, el neerlandés se convirtió en uno más de la primera medida para salir de dicho bache.