La opinión del abogado general de la Unión Europea dejó más que tocado el proyecto, pero no hay tiempo que perder en ese objetivo llamado Superliga que más pronto que tarde tendrá una sentencia definitiva alrededor del futuro del fútbol europeo. Una versión 3.0 del torneo donde existan los clubes humildes, donde los fines de semana son claves y donde se trabaje con la UEFA, encima de la mesa.
Joan Laporta, Andrea Agnelli y Florentino Pérez siguen esperando por una sentencia de la Unión Europea que apunta a ser una realidad sobre la primavera del 2023, momento en el cual habrá que tener todo definido ante cualquiera que sea el dictamen de la instituciones europeas que rigen el deporte rey. Tras ser testigo de como las primeras versiones del proyecto generaron rechazo, ganaron enemigos en los cinco continentes y por encima de todo no parecen superar los primeros filtros legales del viejo continente, desde Mundo Deportivo explican las palabas del presidente culé anoche.
“En la primavera se pronunciará Luxemburgo y espero que sea a favor de los clubes y la libre competencia europea. Estamos trabajando para cambiar el modelo de gobernanza. Estamos viendo que los que menos rédito sacamos somos los clubes. Y esto no puede ser. Los clubes somos los que pagamos esto. Creo que esto tendrá una importancia similar a la ley Bosman en su momento”, declaraciones de Laporta en Barça Tv para explicar lo que viene por delante.
La Superliga 3.0
Mundo Deportivo asegura que un nuevo formato del proyecto gana fuerza por estas horas entre los dirigentes, quienes no esperan contar con una Premier League a la que consideran el gran rival del certamen. Sumar a clubes de segundo nivel como Sevilla, PSV Eindhoven, Valencia o Sporting de Lisboa para llenar las plazas sería el primer paso a seguir, así como proponer que el torneo pase a disputarse los fines de semana mientras las competencias nacionales lo hacen de lunes a viernes.
“Apostamos por la Superliga porque hay que reformar el funcionamiento del fútbol europeo. La Premier League pasará de 5.000 millones [de ingresos] a 7.000 millones. En cambio, LaLiga pasará de 2.000 a 1.700. Esto hace que cueste más competir. Nosotros competimos porque tenemos una fuerza y una historia, pero ellos tienen cada vez más recursos. Esto tiene que cambiar”, sentencia un Laporta que junto a Florentino o Agnelli, también vería clave hacer las paces con UEFA de cara a llevar adelante todo. No va a ser ni mucho menos sencillo.
Y es que se pretende ahora desde el certamen que sea Nyon quien maneje torneos como la Europa League o la Conference mientras la élite se encarga de la propia Superliga. Todo esto supone un giro de 180 grados a lo que propone el inicio del proyecto, pero tal y como indicaba el propio Athanasios Rantos, sin el aval de la UEFA todo apunta a que la Superliga Europea no podrá existir sin sufrir grandes sanciones. Pasar el torneo a los fines de semana, la última locura propuesta por los Real Madrid, Barcelona y Juventus.