Este martes, en el estadio de Riverside, Middlesbrough venció por la mínima diferencia de Tottenham, en el marco de los octavos de final de la FA Cup, el torneo de clubes más añejo del mundo, en el que el Boro, en días pasados ya había sido noticia.

Fue un partido altamente disputado, los Spurs, que atraviesan por un complicado momento en cuanto lo deportivo, de resultados y por la continuidad de Antonio Conte, uno de los entrenadores que mejor gana en Inglaterra; se sumó en esta jornada un agravante más.

Y es que a diferencia del partido en el que el Boro eliminó a Manchester United, y en el que los Diablos Rojos fueron ampliamente superiores, esta vez no la pasaron tan mal; las acciones de juego estuvieron divididas tanto para ellos, como para los blancos londinenses.

Sin embargo, el marcador se vino a decantar a favor del equipo de segunda división, hasta el tiempo suplementario. Justamente, recién al inicio del segundo tiempo extra, al minuto 107, Josh Coburn le dio una tremenda alegría a los aficionados del club que hace años supo jugar en la Premier League.

De esta manera se incrementa la crisis para el equipo dirigido por el italiano, que cae en partidos que, en el papel no debería perder, pero triunfa en otros, como cuando triunfó el 19 de febrero sobre Manchester City, y en condición de visitante. Se vienen días complicados para los Spurs.