El minuto 41 del Newcastle vs. Tottenham de hace unas horas por la Premier League estuvo cargado de incertidumbre. El juez Andre Marriner detenía el encuentro sin aparente motivo para empezar un diálogo con las autoridades de la liga ante un hecho en las gradas que los televidentes no comprendían. Rápidamente los servicios médicos actuaron y desde Inglaterra alaban hoy las determinantes acciones de Sergio Reguilón y Eric Dier para evitar la tragedia.

Vimos cruzar por todo el campo a los médicos encargados de atender al público de St. James Park con un desfibrilador en sus manos que acabó siendo utilizado para salvarle la vida a un hincha que empezó a sufrir un ataque cardiaco. Todo terminó en un gran susto y horas más tarde, se empieza a esclarecer una historia que genera elogios hacía los futbolistas de los Spurs.

Sergio Reguilón y Eric Dier habrían sido según desvela Sky Sports, quienes habrían notado primero que nadie que algo ocurría en las tribunas. El español se dirigió rápidamente a Marriner para comentarle lo ocurrido mientras su compañero buscaba en el banco al delegado de la Premier. Fueron sus acciones las que evitaron que se perdiesen segundos claves en Newcastle.

Tras unas horas de locos y donde la historia acabó con un final feliz, Europa se rinde ante quienes en medio de la tensión de un encuentro pudieron darse cuenta de lo ocurrido: “Menos mal que hay un desfibrilador en cada estadio. Mucho respeto a Reguilón y a toda la afición que llamó la atención sobre la situación médica del partido. Espero lo mejor para el fan que necesitaba atención médica”, comentan los tabloides ingleses esta mañana.

El propio Reguilón contó lo ocurrido ante las cámaras post partido: “Creo que tres puntos siempre son un momento de felicidad, pero para mí lo más importante es el chico, me están diciendo que está bien y estable. Vi a los aficionados gesticulando y a un chico tumbado, vi que algo malo había sucedido. Miré al árbitro y paró el partido. Creo que ahora todo está bien y estoy 100% feliz. Fue muy extraño, fuimos al vestuario y yo estaba mirando al hombre tumbado, estaba nervioso porque no me gusta ver eso”.