La variante Ómicron tiene a la Premier League en un constante estado de alarma. Los casos siguen creciendo mientras la nueva ola de Covid-19 azota a un Tottenham que luego de vivir una horas de locos producto de su encuentro por la UEFA Conference League ante Rennes ve como otro de sus compromisos sufre modificaciones gracias a la pandemia.

Las últimas informaciones hablaban de hasta 8 casos en el primer equipo de un Tottenham que habría reportado nuevos positivos en las horas más recientes. En Londres temen por la salud de unos jugadores que pese a seguir todas las indicaciones de la Premier, siguen contagiándose en un momento clave de la temporada. El propio Conte se refirió a la situación que viven en la capital: “Cada día estamos teniendo más positivos. Todo el mundo está un poco asustado. La gente tiene familias y no entiendo por qué tenemos que correr este riesgo”.

Los tabloides ingleses marcan que ocho jugadores y cinco miembros del staff del técnico italiano estarían con síntomas de la variante Ómicron en las últimas horas. Producto de una ola que de momento tiene a la Premier diciendo si cierra o no sus estadios, ha sido el mismo ente quien confirmó lo que se viene para Tottenham de cara al fin de semana.

Un calendario ‘imposible’

“El partido en casa del Brighton & Hove Albion contra el Tottenham Hotspur, que se jugará el domingo 12 de diciembre a las 14:00 GMT, se pospuso luego de una reunión de la Junta Directiva de la Premier League esta tarde. Tottenham Hotspur pidió que se reorganizara el partido luego de un número significativo de casos positivos de COVID-19 entre jugadores y personal relevante”, confirmaban desde la Premier sobre la suspensión del encuentro.

El problema para Tottenham se agranda cuando vemos la cantidad de compromisos que tendrán en los próximos 31 días. Diciembre y enero son los meses más cargados de una Premier donde los de Antonio Conte deben jugar todavía hasta 6 encuentros en este 2021. Se espera que por lo menos durante una semana más, aumenten los casos en el equipo londinense. ¿Y ahora?