129 años de historia tiene un Liverpool FC que camina por una de las etapas más gloriosas del club en el último tiempo en la Premier League. Los Reds se han convertido con el paso del tiempo en una entidad marcada por los éxitos deportivos y una masa social que llega a los cinco continentes. Estos son los dueños de un equipo que desde 2010 vive una nueva era.

Para entender el ente que domina a los Reds desde hace más de una década hay que devolvernos primero al 2006, momento en el cual y por primera vez desde su fundación en 1892, Liverpool pasaba a manos de un empresario y no sería regido por sus socios. Competir contra los imperio económicos de la Premier era imposible, por lo que desde Anfield cerraron acuerdo con el norteamericano George N. Gillett Jr. por más de 400 millones de libras.

Aquel imponente trato estuvo lejos de cortar con sequía de títulos de Premier y puso en duda el modelo del club bajo el mando de un extranjero. Tras una reunión de urgencia el 6 de octubre del 2010, la todavía directiva acordaba la expulsión de Gillett Jr. por los malos resultados económicos de la entidad, momento en el cual entran quienes desde entonces no solo compraron al Liverpool, sino igualmente Anfield Road.

George Gillett: Getty

Fenway Sports Group

Comandados por el también estadounidense John W. Henry, el FSG llegaba al fútbol tras una vida en los deportes norteamericano en un paso sin retorno hacía la expansión. La empresa matriz con instalaciones relacionadas con la competencia de élite ya era dueña de los Boston Red Sox de Major League Baseball y los Pittsburgh Penguins de la National Hockey League.

John W Henry: Getty

Más de una década después de varios rifirrafes con la hinchada por sus decisiones económicas, el Fenway Sports Group pudo lograr algo de calma de Anfield al desmarcarse de la Superliga Europea creada el año pasado y de que se retiraron al ver las pintadas contra sus dirigentes en el estadio de los Reds. La fortuna del grupo que comanda hoy en día al equipo de Jürgen Klopp asciende a más de 9.81 billones de dólares.