Desde hace 97 días que el mundo tiene todas sus miradas puestas en el este de Europa. La guerra ha cambiado todos y cada uno de los campos en la vida de quienes se levantan en el viejo continente. Mientras el conflicto continúa, Ucrania se prepara para buscar un tiquete a Qatar que se ha convertido en el gran objetivo de una nación entera: "Los soldados nos piden que vayamos al Mundial".
No es ni mucho menos una situación sencilla o amable, pero desde Ucrania se unen para buscar una victoria en Hampden Park frente a Escocia que les permita decir presente en una Copa del Mundo que vuelva a mostrar al deporte como un escaparate a los mayores horrores de la raza humana. A más de 3000 kilómetros de Kiev, los Zbirna buscarán el milagro.
"Sentimos una gran responsabilidad por nuestros aficionados, nuestras fuerzas armadas y por toda la gente de Ucrania. En nuestro país, los jóvenes están luchando. A los futbolistas no hay que decirles nada. La moral está por las nubes", destacaba el seleccionador Oleksandr Petrakov antes de medirse con Escocia.
Fútbol, el mejor antídoto
Taras Stepanenko, capitán de la selección, dejó en claro que el deporte vuelve a ser la mejor herramienta para escapar del horror que se vive al este de Europa. "No es sólo un partido. Tenemos que jugar con alma y corazón. Recibimos mensajes de nuestros soldados que sólo nos piden una cosa: 'por favor, haced todo lo posible para ir al Mundial'. Es un momento de esperanza para ellos y para todo el país".
“Ucrania sigue viva y va a luchar hasta el final. Es nuestra mentalidad. Nunca nos rendimos. Puedo prometer a los ucranianos que cada uno de nosotros va a darlo todo para ganar y que se sientan orgullosos”, aseguraba para terminar Oleksandr Zinchenko, futbolista del Manchester City que aseguró igualmente que en Escocia solo han recibido ánimos y cariño por parte de los locales. El deporte, la mejor medicina contra los horrores de los que es capaz el hombre.