El pasado 21 de mayo en Mestalla, en uno de los encuentros correspondientes a la jornada 36 de LaLiga, el Real Madrid visitó al Valencia con la intención de ganar y mantener la ilusión de arrebatarle, en la última recta de la competencia, la cima de la tabla de posiciones al Barcelona. Pero el sentido deportivo quedó sumamente distorsionado desde que Vinícius Júnior se enfrentó con un grupo de hinchas que se ubicaban detrás de la portería que defendía Giorgi Mamardashvili.
El brasileño, una vez más, habría recibido insultos racistas. Por este caso, la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia citó en calidad de investigados a tres de los espectadores identificados, los cuales fueron detenidos por los incidentes ocasionados en el interior del estadio del conjunto ché.
Dos de ellos ya prestaron declaración. Aseguraron que no tenían odio ni racismo contra Vinícius Júnior ni contra ningún otro jugador del Real Madrid. Explicaron ante las autoridades que no insultaron a nadie y que los gestos que se les captaron no tenían ninguna trasfondo xenófobo ni de odio hacia el futbolista merengue implicado ni a cualquier otro presente.
Hasta ahí llegaron las averiguaciones, dado que el mismo juzgado recibió en las últimas horas una petición de postergación para su testimonio de Vinícius, por estar de vacaciones fuera de España (el propio protagonista se encargó de visibilizar a través de sus redes sociales que se encuentra disfrutando de sus días libres en los Estados Unidos).
Debía declarar este martes, incluso tenía la opción de hacerlo por videoconferencia, pero la magistrada a cargo aceptó la solicitud y aplazo la exposición para cuando el jugador de la Selección de Brasil regrese al país ibérico.