La versión que Alemania mostró ante Francia deja a la vista que el problema pasaba por Hansi Flick. Die Mannschaft recuperó la memoria y venció a les Blues por 2-1 mostrando, de a ratos, buenos momentos de fútbol. Fue una imagen totalmente distinta a la que mostró hace pocos días ante Japón.
Los goles de Thomas Müller y Leroy Sané le dieron un manto de aire fresco a Alemania. Aunque, esto deja en evidencia que con Flick las cosas no funcionaban para nada bien. A Francia le hizo pasar malos momentos e hizo extrañar a un Kylian Mbappé, que vio todo desde el banco de suplentes.
Los teutones pegaron en los momentos justos. A comienzos de partido, tras un quite de Gündogan, quien luego se retiró lesionadopor un golpe en la espalda, apareció Thomas Müller con un remate de volea en el punto de penal para un golazo.
La versión alemana en los primeros minutos distaba mucho a lo visto durante todo el partido ante Japón (goleada 1-4 en contra). Evidentemente, hubo algo que cambió en el vestuario, sobre todo con la salida de Flick. Otro detalle que llamó la atención: la no inclusión de Joshua Kimmich, quien vio todo desde el banquillo.
Francia mostró mejores condiciones con el correr del primer tiempo y, en ciertos pasajes del segundo tiempo. Ter Stegen tuvo algunas intervenciones, pero no se vio un juego aplastante como viene ocurriendo en los últimos partidos del seleccionado. Extrañó el desequilibrio de Mbappé, en este sentido.
Alemania lo liquidó a falta de pocos minutos con un error en la salida de Todibo. Havertz aprovechó para encontrar a Sané con ventaja y, entrando al área, definió cruzado ante Maignan para el 2-0. El jugador de Bayern Múnich le había marcado a Japón y, nuevamente, apareció en el marcador.
Hubo algo de sufrimiento en los últimos minutos cuando el propio Sané cometió un error y le cometió penal a Camavinga. Griezmann lo cambió por gol venciendo a su ex compañero, Ter Stegen, para descontar y ponerle cifras definitivas al triunfo alemán.