Franco Armani (5): Le llegaron de forma aislada y prácticamente no tuvo responsabilidad en ninguno de los goles de Atlético Mineiro.
Fabricio Bustos (3): Compenetrado pero sin exponer firmeza en la contención y sin lograr ser importante con sus proyecciones. Dejó pensar a Guilherme Arana en la jugada del segundo gol.
Germán Pezzella (1): Probablemente su peor partido con la camiseta de River. Perdió todos los duelos con Deyverson y Hulk y falló de forma grosera en los dos primeros tantos.
Leandro González Pirez (4): No expuso una gran firmeza, pero fue el hombre más firme de una endeble última línea. Luchó tanto por arriba como por abajo pese a que perdió más de lo que ganó.
Paulo Díaz (2): Otro que tuvo una actuación realmente desastrosa. No cerró en la acción del primer gol y perdió casi siempre con los dos delanteros del rival. Sufrió con los pelotazos frontales.
Enzo Díaz (3): No encontró firmeza en la contención en ningún momento y no pudo ser opción clara en ataque pese a que se proyectó repetidamente. Muy poco.
Santiago Simón (2,5): Muy flojo lo del volante que no pudo ser importante en ninguna faceta del juego. Endeble en la contención, poco despliegue y prácticamente nada en la generación.
Nicolás Fonseca (2): Una actuación calamitosa del volante uruguayo. Corrió sin ningún sentido, llegó tarde a cada acción y regaló pelotas en zona muy delicadas que por poco no terminaron en festejo para el rival.
Ignacio Fernández (2,5): No escatimó esfuerzo y entrega, pero lo cierto es que no estuvo nada criterioso ni inteligente. Decidió y resolvió mal en casi todas sus intervenciones en el partido.
Facundo Colidio (6): Fue el hombre más peligroso de River durante su tiempo en el campo de juego. Se movió por todo el frente de ataque, peleó y complicó, incluso en inferioridad numérica.
Miguel Borja (4): Tuvo saldo negativo en los duelos pese a que peleó durante toda su estadía en la cancha. Le llegó poco la pelota y no pudo hacer demasiado para lastimar.
Ingresaron:
Rodrigo Villagra (3): Ingresó y no pudo imponerse en la mitad de la cancha. Permitió pensar y ejecutar.
Maximiliano Meza (3): Entró y fue extremadamente endeble y poco gravitante.
Manuel Lanzini (6): Con poco fue el que mejor entró al campo de juego.
Pablo Solari (4): Prácticamente no tuvo contacto con la pelota.
Adam Bareiro (4): Nada desde su ingreso a la cancha.
