OPINIÓN | Milei, la frase que encendió la mecha y lo innegociable: el club es de los socios

“¡De los socios, el club es de los socios!”. El canto, tan viejo como popular, suena casi como un grito de guerra en cada tribuna, asamblea o manifestación de los hinchas ante un descontento con la dirigencia de turno o frente a determinada situación comprometida en lo deportivo e institucional.

Pero en las últimas horas, el axioma tomó una relevancia distinta y de mayor importancia. Es que gracias a una frase de Javier Milei, candidato presidencial por La Libertad Avanza, volvió a entrar en escena un debate tan polémico como tabú en el fútbol argentino: el arribo de las Sociedades Anónimas.

“A mí me gusta el modelo inglés, no les va mal. La pregunta es cómo se financia. Las sociedades anónimas, de hecho, tienen clubes que cotizan en bolsa y todo”. La frase pertenece a Milei y forma parte de una entrevista que Alejandro Fantino le hizo en Neura en octubre de 2022.

 “¿A quién carajo le importa quién es (el dueño) si le ganás a River cinco a cero y sos campeón del mundo? ¿O preferís seguir en esta miseria que tenemos cada vez de fútbol de peor calidad? ¿Cómo nos va cada vez que salimos afuera de la Argentina?”, agregó el candidato presidencial que el domingo 19 de noviembre formará parte del ballotage ante Sergio Massa en el que se definirá quién gobernará el país por los próximos 4 años.

“¿Vos preferís perder 4 a 0 contra el Milan pero decir ‘soy nacional y popular? ¿Antes que pegarle un baile de novela?'”, concluyó el libertario ante el descontento de Fantino con su pensamiento.

La reacción de los clubes

Desde el viernes mismo (día en que se viralizó la frase de Milei), varios clubes del Ascenso comenzaron a publicar comunicados en sus redes sociales mostrando su absoluto rechazo al modelo propuesto por el candidato.

El primero de la Liga Profesional en sumarse al repudio fue Colón de Santa Fe, pero con el correr de las horas se fueron sumando. San Lorenzo, club siempre ligado a lo popular y cultural, resultó el primero de los grandes en manifestarse. Independiente, Racing, Boca y River (en ese orden) también se promulgaron al respecto.

Las Sociedades Anónimas en el fútbol

En sus palabras, Milei ponderó el ejemplo de la Premier League, aunque vale aclarar que los ejemplos “exitosos” son contados con los dedos de una mano y los fracasos resultan la absoluta mayoría.

En países como Inglaterra, España o Italia, solo por citar algunos ejemplos, grandes empresarios de países como Arabia Saudita o Qatar han llegado a clubes con un capital impresionante, pero no todos (o casi ninguno) hoy puede decir que su modelo fue un éxito.

Por el contrario, gran mayoría de estos empresarios terminan abandonando el club cuando la cosa no funciona, o bien realizan grandes inversiones en reforzar al primer equipo de entrada, pero si estas incorporaciones no dan el resultado esperado suelen vender al club al mejor postor, dejando deudas, pasivos y cientos de irregularidades muy difíciles de recuperar.

¿Qué significan las Sociedades Anónimas en el fútbol?

Básicamente, la llegada de grandes capitales, empresarios y S.A. a los clubes representan el despojo a los socios para tomar cualquier tipo de decisión en las instituciones. En pocas palabras, las famosas asociaciones “sin fines de lucro”, en las que los socios fomentan y desarrollan las actividades deportivas, culturales y sociales de los clubes, dejarían de existir. 

Las sociedades anónimas buscan únicamente la ganancia a nivel económico y empresarial, mientras que el modelo actual de los clubes argentinos brinda el poder a los socios de pagar una cuota y brindar su aporte en toma de decisiones en el manejo del club. Por ejemplo, decidir cada cierta cantidad de años las autoridades de Comisión Directiva mediante elecciones. Pavada de responsabilidad.

La AFA, contra las Sociedades Anónimas

Si bien en esta oportunidad no se pronunció, la Asociación del Fútbol Argentino había emitido un comunicado en febrero de este año en el que rechazaba enfáticamente el modelo de Sociedades Anónimas para la conducción de los clubes.

“Resulta difícil de entender cómo es posible que aún no valoremos completamente a nuestros clubes e intentemos seguir copiando modelos que no son aplicables a nuestras realidades. ¿Acaso muchos clubes en el mundo brindan a sus comunidades lo que nos dan los nuestros? ¿Abren sus puertas en caso de una emergencia sanitaria?”, rezaba dicho comunicado.

“Nunca debemos olvidar que nuestros clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro que tienen un deporte federado como el fútbol, pero que también cuentan con otras actividades deportivas, federadas y no federadas (muchas de ellas culturales), con gran contención social para su comunidad”, concluye.

Lo cierto es que dentro de una semana, Argentina definirá el modelo de país que gobernará durante los próximos 4 años. Y el fútbol, “la cosa más importante dentro de las menos importantes”, como dice el viejo refrán de Arrigo Sacchi, no está exento.

Basta con preguntarle al socio de cualquier club de barrio qué haría si no puede seguir pasando el día en la pileta, comiendo un asado o haciendo deporte en el lugar donde lo hizo toda su vida. O sugerirle al hincha de un equipo que no podrá decidir los destinos del club de sus amores porque un empresario extranjero que jamás vio un partido del fútbol argentino ahora tiene las riendas.

Entre tantas pálidas, el fútbol -y el club de toda la vida- suele ser ese refugio para olvidarse al menos por un ratito de todo lo malo y abrazarse con amigos, conocidos (y desconocidos también), aunque los resultados deportivos no acompañen o aunque al 4 de tu equipo le coman la espalda todos los partidos.

El pedido, que se grita a viva voz en cada cancha, polideportivo, salón o rincón donde haya un pibe o piba jugando a la pelota, un padre haciendo un asado o un abuelo metídisimo en un torneo de dominó, es el mismo: el club es de los socios.