La profunda crisis deportiva que atraviesa Santos de Brasil, inmerso en la lucha por evitar el descenso en el Brasileirao, no sería un obstáculo para captar el interés de poderosos inversores. Al menos así lo demuestra BlueCo, el grupo que ya controla a Chelsea y Racing de Estrasburgo, y que ahora apuntaría a desembarcar en Sudamérica con la mira puesta en el histórico club paulista.

Según reveló el periodista Lucas Musetti Perazolli, la sociedad inversora mantiene un interés firme en adquirir al Peixe de Neymar. Al punto que las conversaciones se habrían iniciado en julio y avanzarían a buen ritmo. Poco parece importar la actualidad del equipo, ubicado en el 16° puesto de la tabla, posiblemente porque depositan la ilusión en que la inyección económica que traería su llegada podría ayudar a equilibrar el presente deportivo de la institución.

El interés de BlueCo, liderado por el empresario estadounidense Todd Boehly, se da dentro de su proyecto de expansión global. El fin último de la estrategia es consolidar un modelo “multiclub”, fomentado gracias a la presencia en distintos mercados futbolísticos que les permita potenciar el reclutamiento de talentos y el trabajo conjunto entre las instituciones que se encuentren bajo el ala del conglomerado.

En ese sentido, Brasil aparece como un destino deseable por su inagotable semillero de jóvenes futbolistas. Incluso, BlueCo apostó recientemente en él con la compra de Estevao, la flamante figura de Chelsea adquirida desde Palmeiras con apenas 18 años. Un ejemplo que refuerza la apuesta del grupo y alimenta su interés en adquirir a Santos.

Santos, en la mira de BlueCo mientras pelea por el salvarse del descenso (Getty Images).

El golpe de efecto que podría tener la llegada de BlueCo en Neymar

Un eventual acuerdo entre las partes no solo impactaría en el presente de Santos, sino que también abriría un escenario atractivo en el mercado de transferencias. Es cierto que el Peixe se convertiría en socio directo de Chelsea y Estrasburgo para concretar futuras operaciones de jóvenes promesas, aunque no sería descabellado en que se involucren nombres de peso. Especialmente cuando se trata de Neymar, cuya figura podría volver a acercarse a Europa bajo este entramado de vínculos. Un posible golpe de efecto que permite imaginar al astro brasileño como socio de Valentín Barco en Francia.