El último sábado, en el partido que terminó convictoria 2-0 sobre Banfield en el Cilindro, Matías Rojas volvió a defender la camiseta de Racing una vez recuperado de su lesión, justo cuando su partida rumbo al Corinthians de Brasil está prácticamente decidida.

Más allá del optimismo que expresaba la directiva puertas hacia afuera, el mediocampista ofensivo finalizará su vínculo con el club el 30 de junio y se marchará sin dejar ningún dinero por su traspaso, lo que motivó los silbidos de algunos de los hinchas presentes en el estadio.

Toda la situación no cayó bien a Rojas, quien al dejar el campo reemplazado habría expresado, según se observó a través de una lectura de labios que permitieron hacer las imágenes de la transmisión, una evidente molestia con Víctor Blanco: “Me insultan a mí, ¿por qué no insultan al presidente?”.

Desde el entorno del futbolista paraguayo explicaron algunas de las razones de ese fastidio, remarcando que Racing no respaldó desde lo económico todos esos esfuerzos que sus dirigentes, especialmente el mánager Rubén Capria y el presidente Víctor Blanco, se comprometieron a hacer para retener a uno de los futbolistas con mayor jerarquía del plantel.

Según se avanzó en TyC Sports, en el círculo íntimo de Rojas aseguran que la oferta que se le acercó era similar a la que había recibido en su llegada al club en 2019, incluso cuando sabían que ahora eran muchos y muy poderosos económicamente los pretendientes del jugador.