El Bocha Batista, quemando los libros de Argentinos Juniors, apostó un partido bajo el agua contra la Selección Argentina. Creo que fue inteligente y con criterio, para equilibrar a Lionel Messi, Julián Álvarez y Thiago Almada dijo, ‘Vamos por un partido de Waterpolo’.
Pero, como el fútbol es la dinámica de lo impensado, en el waterpolo Argentina empezó ganando. Una pegada fabulosa de Messi, error del arquero Romo y Nicolás Otamendi que la mandó a guardar.
En el segundo tiempo, cuando se pudo jugar más y hubo un partido de fútbol ganó Venezuela. Fue empate 1 a 1 por el gol de Salomón Rondón, creo yo que de manera justa.
La realidad es que tenemos un director técnico que hace casi todo bien. Scaloni es el Messi de la Selección. Apuesta por Germán Pezzella y éste la rompe, lo mismo con Gerónimo Rulli, tiene que arriesgar y lo hace con Thiago Almada, pero si no funciona va con la dupla de Gonzalo Montiel y Nahuel Molina. Pone doble 9, o arma línea de 3.
Pero creo que aun haciendo casi todo bien, contra Venezuela fue injusto con Lautaro Martínez. El Toro debió jugar mucho más, no solo los últimos minutos, sobre todo con el nivel de Julián y habiendo sido el goleador de la Copa América.
Lo otro que no se entiende es lo de Lisandro Martínez que en la Copa América le ganó el puesto a Otamendi y en Venezuela fue suplente de Leo Balerdi.
Sacando estas perlitas, la realidad es que el punto sirve para seguir escalando en las Eliminatorias, hubo un buen segundo tiempo de Messi, al que solo le faltó el gol y ahora toca concentrarse para ganarle a Bolivia el martes.