Hace unos días, el comunicador Coke Hevia dio información exclusiva sobre una oferta que estaría rondando en las oficinas de Universidad de Chile del Wolverhampton de la Premier League, club que estaría decidido por llevarse a Darío Osorio, crack de la cantera azul, al viejo continente para que de el gran salto en su carrera.

La información de Hevia, eso sí, no fue compartida por el periodista Maks Cardenas, quien aseguró que no existía ninguna posibilidad que la exclusiva de Coke fuera real: “Esto es imposible. EL jugador no cumple los requisitos para obtener un permiso de trabajo en Inglaterra”.

La respuesta hirvió la sangre y la honra del ex actor de teleseries juveniles, quien reafirmó su postura: “La oferta llegó y está en los escritorios de la U. Wolves maneja este tipo de compras y mandan a Bélgica, Portugal u otros países, no sé si lo sabías. Cualquier cosa, puedes escribirme por interno, trabajamos en lo mismo”.

Joya azul es el motivo del round tuitero entre Hevia y Cardenas. | Foto: Agencia UNO

¿Y qué dijo el otro? Cardenas no se iba quedar de brazos cruzados y defendió con uñas y dientes su postura: “Jamás Wolves realizaron un fichaje de estas características. La única vez en más de 500 fichajes en toda su historia que firmaron a un jugador directo de Sudamérica sí tenía el permiso (Yerson Mosquera). Lo de Osorio sería totalmente anormal, de suceder, tendrás la exclusiva”.

Como las redes sociales dan para harto, un tuitero anónimo salió al rescate de Coke Hevia y encontró otro caso que avala la oferta que Hevia dice que existe en la U : “Leandro Campana, ecuatoriano, fue fichado por Wolves a los 19 años y fue enviado a préstamo primero a Famalicao y Grasshoppers (Portugal y Suiza, respectivamente) y fue inscrito en Premier League la temporada pasada, no logró minutos y partió a préstamo a la MLS. Yo no veo en Osorio un fichaje anormal”, aportó.

La polémica continua estos días mientras ambos periodistas buscan dar con la información más certera, lo concreto es que Coke Hevia dio una exclusiva y Maks Cardenas no le creyó el cuento y le refutó con argumentos que un tuitero anónimo se encargó esclarecer.