Rafael Nadal no solo enfrentó grandes batallas en las pistas de tenis, sino que también tuvo que sobreponerse a momentos dolorosos en su vida personal. Uno de los más duros ocurrió en 2009: el entonces tenista español quien estaba en la cúspide de su carrera tuvo que enfrentar de golpe la separación de sus padres.
En una entrevista en 2020, en plena pandemia, el exnúmero uno del mundo reconoció que el quiebre de sus papás en 2009 le afectó profundamente en su rendimiento: de hecho en Roland Garros, torneo que levantó en 12 ocasiones, en aquella edición ‘Rafa’ apenas llegó hasta octavos de final cayendo sorpresivamente ante el sueco Röbin Soderling.
Rafael Nadal: “Sin mi familia no habría hecho nada”
“Es verdad. Ese año se separaron, aunque solo fuera por un período. Sufrí mucho por ello; porque sin mi familia no habría hecho nada”, confesó el manacorí en una entrevista con el períodico italiano Corriere della Sera, reconociendo la importancia que siempre ha tenido el núcleo familiar en su carrera y en su vida.
El doloroso episodio coincidió con una temporada especialmente complicada para Nadal, marcada por lesiones. Para el campeón español, el golpe emocional influyó directamente en su rendimiento y dejó en claro cuánto dependía del apoyo de sus seres queridos para mantenerse en la élite.
Para el bien del zurdo, sus padres (Sebastiá y Anna María) decidieron retomar la relación en 2011: “Hace ya siete meses que estamos juntos, y casi ocho que llegamos a la conclusión de que los dos queríamos retomar nuestro matrimonio”, confirmaban ambos en la revista Semana.
Pero no fue el único golpe que sufrió el español en su carrera. En 2005 los médicos le dijeron que no podría jugar nunca más al tenis debido a una rebelde lesión en el pie. Una dolencia que lo acompañó por el resto de su carrera.
“A los 19, acababa de ganar el primer Roland Garros, me dijeron que ya no podría jugar, por una malformación en mi pie izquierdo. El dolor era tal que estaba practicando para golpear la pelota sentado en una silla en medio del campo. Luego me recuperé, gracias a una plantilla que cambió la posición del pie, pero me inflamaron las rodillas”, reveló.
A lo largo de su carrera, Rafael Nadal ganó un total de 22 títulos de Grand Slam convirtiéndolo en uno de los grandes referentes en la historia del tenis. Además reinó el ranking ATP durante 209 semanas y su gran fortaleza fue la arcilla, superficie en la que ganó 12 veces Roland Garros.
