Dicen que siempre la base del éxito es tener un buen equipo de trabajo, donde se planteen objetivos y estos puedan lograrse e incluso, ante la ausencia obligada de alguno de ellos. Ocurre que en Universidad de Chile sí se ha dado una situación bastante especial.

El técnico es Mauricio Pellegrino, quien en la víspera de la quinta fecha del Campeonato Nacional dio positivo por Covid 19 y no estuvo en la banco en el duelo ante O’Higgins en el Estadio El Teniente de Rancagua disputado el día 19 de febrero.

En aquella ocasión, fue su ayudante Xavier Tamarit quien dirigió al cuadro azul y pese a las complicaciones en el arranque ante un cuadro celeste que traía en sus registros haber goleado a Colo Colo en el mismo recinto, poco a poco la U se fue sintiendo más cómodo en el césped del recinto rancagüino.

Aquel compromiso fue para los universitarios con triunfo de uno a cero, gracias a la conquista de Leandro Fernández en los últimos minutos, pero ese duelo marca algo muy puntual y especial. Ese cotejo, se anota como uno de los partidos donde la U más atacó al rival de turno e incluso, queda la sensación que el resultado quedó muy corto y que perfectamente, pudo haber sido más amplio. Llegaban por todos lados, pero por todos.

En el último encuentro ante Cobresal y tras la expulsión de Pellegrino, el equipo mostró mucha más actitud e incluso con uno menos tras la tarjeta roja mostrada a Darío Osorio, el elenco laico con más vergüenza que fútbol, intentó ir a buscarlo para lograr una victoria que no llegó. Ahora, ante Ñublense, será Tamarit, quien asuma el control del equipo desde el banco.

Pellegrino y su ayudante, Tamarit. Este último, se sentará en el banco ante Ñublense (Photosport)

Mera coincidencia, nada más, pero en el aire queda la sensación muy particular, que con el español asumiendo la dirección del equipo, este se ve un tanto más protagónico y entendiendo por cierto, que estratega es uno solo y es el ex Vélez Sarsfield, porque la planificación fue en base a sus decisiones.