Ellos juntos llevan una gran carrera futbolística, conquistando títulos para sus equipos, triunfando en River y la Selección Argentina.

Ganaron medallas con la camiseta Argentina desde muy jóvenes, curtieron la vida de pensión, aprendieron a romper líneas y lo más importante, a usar el "buenos días", "gracias" y "por favor", en la vida cotidiana.

Tuvieron al profe Pekerman: de ahí heredaron la experiencia, sabiduría y respeto por la selección que hoy le imprimen a los pibes. Los convierten en grandes jugadores y personas para que sean ganadores como consecuencia. 

Hablando del presente, sabemos que la sub 17 de Pablo Aimar se consagró campeón del Sudamericano de Perú, clasificando a Argentina al mundial sub 17 que se jugara en Brasil este mismo año. Y si vamos para atrás sabemos que sólo alcanzó el tercer puesto en tres oportunidades. Nunca llego a una final.

Aimar tiene en la cabeza formar jugadores con los mismos valores que le inculcaron a él cuando era un joven de quince años jugando en la Selección Argentina, esos mismos valores de respeto y amabilidad.

Hacer y después decir

Estos chicos desmotaron lo aprendido en el partido contra Brasil, lo jugaron a ganar o morir, pero al terminarlo fueron a consolar a los jugadores brasileños porque estaban eliminados. 

San Juan también fue un claro ejemplo: todos quedaron admirados por su respeto y la buena conducta de los chicos.

Este proyecto viene hace dos años, cuando Placente gano el sudamericano en 2015. Hoy 15 de esos jugadores son parte del equipo Sub 17 que ganó el sudamericano 2019 en perú.

Acompañarlos es la palabra justa

Hablando bajito, y con respeto, Pablo Aimar y Diego Placente les dieron a estos chicos el sentido de pertenencia de la camiseta celeste y blanca, sin presión, pero con respeto. El fútbol es un juego, pero basado en el compromiso y en reconocimiento del otro como parte de un todo. Ser ofensivos, proponer, ser protagonistas, que la presión sea alta.

La sonrisa que llevan los jugadores lo dicen todo, la experiencia que les trasmiten. Volver a emocionarse cantando el himno argentino.

Casualidad o Causalidad

Justo mientras escribía esta columna me topé casi como una visión con la entrevista de Arcucci a Hugo Tocalli, emblema del fútbol formativo en la Argentina, un formador exitoso. Hablaban “La nuestra” y con tres frases despejan la duda: Jugar bien, ser prolijo y tratar bien a la pelota. Es el mejor concepto que encontré para definir a los campeones sudamericanos, a ese exitoso grupo humano.

Me emocioné mucho más al enterarme que Tocalli se lo predijo, le dijo a Pablo Aimar “veni a ver las inferiores de San Lorenzo, porque algún día te puede tocar”. Creo que en el fondo todos deseábamos este presente.