Carlos Salcedo estuvo lejos de hacer un buen partido. El defensa de Tigres se mostró dubitativo durante los noventa minutos y tuvo desatenciones que le costaron el resultado a Tigres. 

 

Producto de su mala labor, la afición del club Felino mostró su fastidio y lo abucheó durante los minutos finales del encuentro. 

 

Lo curioso fue lo que sucedió una vez consumada la derrota del cuadro Universitario: Guillermo Ochoa, hombre del América, se tendió en una largo abrazo con el jugador, con el fin de consolarlo.

Gestos que no faltan, pero tampoco abundan: Memo volvió a demostrar su grandeza y experiencia para saber afrontar los momentos del futbol.