Hay muy pocos equipos en el mundo que pueden ostentar el no haber descendido nunca de categoría. Colo-Colo es uno de ellos.

Esta noche, el gigante chileno se enfrentaba a Universidad de Concepción en una final para definir al último descendido a la segunda división del fútbol de aquel país.

La tortura le duró más de 95 minutos a los dirigidos por Gustavo Quinteros, que le terminaron ganando por 1 a 0 a su rival.

Al gol lo anotó un argentino: se llama Pablo Solari, tiene 19 años y está a préstamo en el Cacique desde Talleres de Córdoba.

En el minuto 19', el joven le dio a los hinchas de una de las instituciones más grandes de la nación la certeza de que jugará al menos un año más en primera.

Se termina una temporada marcada por el suplicio para los Albos, que ahora deberán replantearse qué es lo que están haciendo mal en materia deportiva y administrativa. ¡Felicidades!