En el fútbol argentino hay una enorme cantidad de clásicos y, sin ningún tipo de dudas, el de la ciudad de La Plata es uno de los más reconocidos. Es que, cada vez que se enfrentan Estudiantes y Gimnasia y Esgrima, la ciudad de las diagonales queda completamente paralizada. Pero, paralelamente, también lo hace la provincia y el país entero.

En ese contexto, este domingo, en la continuidad de la décima fecha de la presente edición de la Copa de la Liga Profesional de Argentina, el Pincha y el Lobo se encontraron frente a frente con el coqueto y renovado estadio Jorge Luis Hirschi como escenario. Promesa de buen espectáculo entre dos equipos que supieron exponer argumentos interesantes.

Por un lado, los anfitriones, actualmente comandados estratégicamente por Ricardo Zielinski, llegaron a este partido ubicándose en una posición de privilegio en el Grupo A del mencionado certamen doméstico. Eso sí: no podían descuidarse ni dejar escapar unidades debido a la gran cantidad de equipos existentes en poca diferencia de puntos.

Por el otro, el Lobo, hasta el año pasado conducido por el inolvidable Diego Armando Maradona. Gimnasia arribó a este compromiso con algunos cotejos interesantes en su haber pero con menos unidades en la tabla del Grupo B. Como consecuencia de ello, los conducidos por Mariano Messera y Leandro Martini necesitaban los tres puntos.

En medio de ese panorama, y, tal como se esperaba en la previa, el primer tiempo del partido, bajo una tarde soleada y agradable, fue extremadamente parejo y equilibrado. Los visitantes contaron con la mejor oportunidad para marcar pero lo cierto es que no hubo efectividad, y, como consecuencia de ello, el descanso llegó con un empate 0-0.

Posteriormente, la etapa complementaria no fue muy diferente y mantuvo esa tónica, aunque Estudiantes expuso mejores argumentos que su rival de toda la vida. De hecho, a los 30 minutos del segundo tiempo, la visita se quedó con un hombre menos por la expulsión del colombiano Harrinson Mancilla. Recta final favorable para el Pincha.

Igualmente, a pesar de jugar 20 minutos con un hombre más, Estudiantes no pudo doblegar a Gimnasia y terminó conformándose con una paridad 0-0 que lo mantiene dentro de los cuatro clasificados para la próxima fase pero que lo deja con un sabor amargo dado el contexto. Por su parte, el Lobo también quedó muy lejos del objetivo.