Se trata de Julius Ssekitoleko, de Uganda, quien se escapó de la burbuja sanitaria para trabajar en Japón. Sin embargo, la policía del país asiático anunció que el atleta fue capturado, luego de incumplir de las normas de aislamiento de los Juegos Olímpicos.
En Mie, centro de Japón, fue encontrado el levantador de pesas, quien habría tomado un tren de alta velocidad para dirigirse a esa prefectura, tras estar en concentración en Osaka, ciudad que la el comité olímpico ugandés había decidido instalarse para el trascurso de las olimpiadas.
Ssekitoleko tiene 20 años y de acuerdo con la información entregada por su federación, el atleta dejó un mensaje en el que indicaba que dejaba la representación de su país para establecerse en Japón y trabajar, para de esa manera dejar a un lado la difícil situación socioeconómica de Uganda.
¿Cómo se escapó de la burbuja sanitaria?
El viernes 16 de julio, el levantador de pesas abandonó el hotel donde se hospedaba, dejando su pasaporte y sin presentarse a la prueba del coronavirus, obligatoria por la organización y a realizarse ese mismo día. Justamente, desde ese momento era objetivo de la policía y estaba siendo buscado.
Según información de la agencia de noticias EFE, en Japón estudiarían sanciones al deportista, ya que según las estrictas normas de la organización, por el covid-19, los deportistas, entrenadores y demás staff de los comités, solamente se pueden desplazar de los hoteles a lugares de entrenamiento y/o competencia; razón por la cual Ssekitoleko estaría envuelto en un tremendo lío judicial.
Y había algo peor para el levantador de pesas
Era altamente probable que Julius Ssekitoleko tuviera que regresar a Uganda, sin participar en las olimpiadas de Tokio 2020, porque “no cumplía los requisitos necesarios para competir en la prueba de halterofilia, según señaló la delegación ugandesa”.