Cada vez que se prende el TV para ver la Premier League todos esperamos buen fútbol, goles, opciones, lujos, pero a la hora de ver al Everton todo eso se va al piso y el extremo juego defensivo de parte del técnico Carlo Ancelotti hace que nunca se cumplan las expectativas de un partido del fútbol inglés.

Este lunes, el equipo de Liverpool cerró la fecha 31 de la liga inglesa contra el Brighton, que intentó e intentó llevarse el partido, pero al final no pudo vencer el muro del Everton y el partido cerró con un amargo 0-0, siendo el único partido sin goles de toda la jornada, que promedió hasta dos goles por partido.

James Rodríguez, que fue titular por segundo encuentro consecutivo en el mes, fue victima de ese precario juego ofensivo y fueron muy pocas las oportunidades que tuvo de brillar y hacerse al control del balón. Tanto el colombiano, como Richarlison, sufrieron bastante la ausencia del goleador Dominic Calvert-Lewin y no pudieron hacer nada.

El resultado para el Everton fue bueno porque realmente pudo haber perdido, pero para las aspiraciones de clasificar a un torneo internacional es muy complicado ya que quedó a 6 puntos de la Europa League y a 7 de la Champions League, aunque tiene un partido menos.

Sin embargo, los próximos dos partidos de los 'Toffees' serán el Tottenham y Arsenal, dos durísimos rivales directos en pro de ese objetivo y no pinta nada fácil para el equipo de Ancelotti y menos con las bajas que han tenido por lesiones que merman ese juego ofensivo que lo caracterizó en las primeras fechas.