La cordialidad y los buenos tratos, por lo menos puertas para afuera, se mantienen a rajatabla en la mayoría de los clubes de élite del fútbol mundial.

Sin embargo, de cuando en cuando, aparecen figuras como Jürgen Klopp que no tienen miedo de decir lo que piensan, y menos a las puertas de jugarse uno de los partidos más importantes de su carrera.

En conferencia de prensa, en la previa de la definición de la Premier League, el entrenador del Liverpool se refirió al calendario de UEFA: "El 1 de junio vamos a jugar la final de la Champions y el día 6 hay una prueba maravillosa llamada Liga de las Naciones. Todo el mundo se me quedó mirando cuando dije que no era buena idea y ahora: ups, ¡sorpresa! Dos equipos ingleses en una final de Champions".

Por otra parte, se refirió a la lejana sede de la final de la Europa League, que se jugará entre Chelsea y Arsenal. ¿Dónde será? En Bakú, Azerbaiyán. "Ir a Bakú para jugar una final de la Europa League es gracioso. No sé que toman en el desayuno los tipos que deciden estas cosas", empezó.

Además, después comparó la sede del Madrid, España, por Champions League: "Madrid tiene que estar preparada para, no lo sé, 200.000 adeptos ingleses. Ya sabían que esto podía suceder. Pero en Bakú... Ni sé cómo se va allá, ni si hay siquiera vuelos regulares. Esas decisiones tienen que ser más razonables. Me parece una irresponsabilidad".