La actualización de campeón tan esperada para Kayle y Morgana ha llegado. Las hermanas que eligieron caminos opuestos han tenido su esperado rework y, aunque Morgana sigue con las mismas habilidades, Kayle ha visto un cambio completo que puedes ver detalladamente a continuación.

KAYLE

Pasiva: Ascenso Divino
Kayle asciende a través de cuatro formas antes de alcanzar su estado divino:

Ferviente (nivel 1): los ataques de Kayle otorgan velocidad de ataque que se acumula. Al tener el máximo de acumulaciones, Kayle entra en Exaltación y obtiene velocidad de movimiento hacia los enemigos.

Resplandeciente (nivel 6): cuando Kayle está en Exaltación sus ataques lanzan ondas de fuego que infligen daño mágico adicional.

Iluminada (nivel 11): Kayle evoluciona y se convierte en una campeona a distancia.

Trascendente (nivel 16): Kayle alcanza su forma final y entra en Exaltación permanentemente. Sus ondas de fuego infligen daño verdadero.

Q: Explosión Radiante
Kayle conjura un portal que lanza una espada brillante al enemigo, bajando su armadura y resistencia mágica además de ralentizarlo. Este ataque causa los mismos efectos a los enemigos cercanos al objetivo del ataque.

W: Bendición Celestial 
Kayle se cura a ella misma y a un aliado, dándoles a ambos una significativa mejora de velocidad de movimiento.

E: Espadafuego Celeste
Pasiva:
Los ataques básicos de Kayle causan daño extra que escala con su poder de habilidad y daño.
Activa: El siguiente ataque básico de Kayle gana rango y causa una porción de daño mágico extra de acuerdo a la vida faltante del objetivo. Luego de ascender a Resplandeciente, este ataque causa daño a los enemigos cercanos también.

R: Juicio Divino
Kayle le da invulnerabilidad a un aliado y a ella misma por unos segundos. Mientras se encuentran en este estado, espadas purificadoras caerán en un círculo alrededor de su aliado objetivo y causarán daño en área.

MORGANA

Las habilidades de Morgana siguen siendo las mismas, a excepción de su definitiva que ahora le otorga velocidad de movimiento hacia los enemigos para asegurarse de que no escapen del tormento que les corresponde.