La disputa entre Estados Unidos y, prácticamente el resto del mundo, no es ninguna novedad. Desde la asunción de Donald Trump en la presidencia del país norteamericano, las disputas comerciales han crecido con diferentes países.

En esta ocasión, la disputa que causa alarma en el mundo de la tecnología y los videojuegos tiene que ver con China y es que los aranceles impuestos por la administración Trump podrían provocar que compañías como Sony y Microsoft obtengan una menor cantidad de ganancias al incrementar los costos de fabricación de sus consolas.

Por este motivo, es posible que se vean obligadas a incrementar los precios de las mismas. En particular, Sony se refirió a esto y quien lo hizo fue Hiroki Totoki, responsable financiero de la compañía quien en declaraciones recopiladas por The Wall Street Journal comentó que "el margen de beneficios ya es bajo actualmente" y si las nuevas políticas que Trump pretende implementar entran en efecto "podría acarrear un aumento en los costes, incluso más allá del coste de las propias tarifas propuestas en productos que ya de por sí se manufacturan con márgenes de beneficios muy ajustados". 

Esto genera preocupación cuando nos encontramos a punto de comenzar la nueva era generacional de consolas, con la Xbox Scarlett y la PlayStation 5, que sería presentada por Sony muy pronto, pero que podría estar esperando que se resuelvan ciertos asuntos como el mencionado en éste artículo antes de la revelación oficial.