Su paso por el tenis fue fugaz. Una lesión en la muñeca hizo que Iva Olivari no pueda prosperar en su prometedora carrera como tenista profesional. Pero ella sabía que estaba para grandes cosas.
En 1992 comenzó su camino dentro del cuerpo técnico de la Selección de Croacia y desde allí no paró de crecer. Fue aceptada por la FIFA y supo que no podía desaprovechar esa oportunidad.
Hoy, no solo es la mánager del equipo. No solo se ocupa de organizar los viajes, el hospedaje, que van a comer, donde van a entrenar, comunicarse con FIFA. También es parte integra en el aspecto social del equipo.
La quieren todos. Los jugadores la adoptaron como un amuleto. Tía Eva le dicen.“Es nuestro ángel de la guarda. Todos la queremos mucho”, se abre Danijel Subasic, arquero de Croacia.
Ya había sido parte de la delegación en Brasil 2014, pero en esa ocasión tuvo que vivirlo desde la tribuna. Fue en la Eurocopa 2016 que debutó en el banco de suplentes.
“Me gustaría ver muchas más mujeres dentro y fuera del césped. Hay infinidad de aspectos en los que las mujeres pueden intervenir para mejorar el desarrollo del fútbol”, cuenta Iva, clara referente femenina en el rubro.
Será por siempre la primer mujer en la historia en sentarse en un banco de suplentes en la historia de los mundiales. Y tal vez, el amuleto de la suerte para una Croacia finalista también por primera vez.