Katie Taylor y Amanda Serrano no quisieron quedarse solo en el anuncio. Las dos asumieron este sábado, en el Madison Square Garden, la responsabilidad de justificar por qué el cara a cara entre ambas se había promocionado como el más grande combate de la historia del boxeo femenino.

La irlandesa, que expuso su campeonato mundial indiscutible de peso ligero, fue superior en los primeros tres asaltos, con gran movilidad de piernas para golpear a Serrano y salir de la distancia de la boricua. Sin embargo, la peleadora que subió desde el peso pluma fue amplia dominadora de por lo menos los cuatro asaltos siguientes.

Por alguna extraña razón, tal vez por orgullo, Taylor se salió del plan de pelea inicial y quiso fajarse, pero allí Amanda Serrano le ocasionó gran daño encontrándola con golpes de poder, cortándola en nariz y boca y dejándola al borde del nocaut, aunque nunca pudo mandarla a la lona.

Cuando todo parecía perdido, Taylor sacó aire y piernas vaya uno a saber de dónde y tuvo un buen cierre de pelea. Para dos de los tres jueces le alcanzó para ganar la pelea. Para el otro no. Para nosotros tampoco. Pero finalmente la irlandesa pudo retener sus cinturones en decisión dividida.

Habrá revancha entre Katie Taylor y Amanda Serrano

Finalizado el combate, ambas peleadoras se abrazaron en reconocimiento mutuo. Lo mismo hicieron sus entrenadores con la rival. Después fueron Eddie Hearn y Jake Paul, involucrados en la organización, quienes felicitaron a cada una de las guerreras. Y para ese entonces ya nadie tenía dudas de que habrá revancha.

Por si hiciera falta, cuando les tocó asumir la palabra en diálogo con Christian Mannix para la transmisión de DAZN ratificaron el compromiso. “Hagámoslo, Amanda”, dijo agotada Katie Taylor. “Claro que quiero la revancha”, dijo la puertorriqueña. Poco después, tanto Eddie Hearn como Jake Paul deslizaron que el segundo cara a cara entre ambas podría suceder en septiembre. El compromiso está asumido por las partes. Solo hay que sentarse a negociar.