Este martes, en Arlington, a Canelo Álvarez le tocó vivir una situación que nunca antes había vivido. Su rival en un combate de unificación de títulos mundiales en la división de peso súper mediano lo dejó plantado en el cara a cara que ya es un clásico promocional en la semana previa de las grandes peleas.

Sucede que Billy Joe Saunders no está conforme con las medidas que aparentemente tendrá el cuadrilátero y fue por ello que en lugar de asistir al compromiso decidió quedarse en su habitación mirando televisión, amenazando con bajarse incluso de la pelea de este sábado si no cambian las condiciones.

Foto de MatchRoom Boxing

“Vine aquí y tratan de arrojarme en una cabina telefónica.Quieren poner un ring de 16 a 18 pies…Para mí, eso es simplemente inaceptable. Quiero un anillo de 24y dicen que no va a pasar y que es lo que es. Pero se lo dejé a mi equipo y estoy seguro de que lo resolverán; de lo contrario, no habrá ninguna pelea”, fueron las palabras de Saunders a DAZN previo al plantón.

Por el lado del Canelo, que sí asistió a la rueda de medios, intentó minimizar la polémica asegurando que no tenía problemas en ceder a las pretensiones del británico, ya que sea como sea el destino de este iba a ser el mismo. “No me importa el tamaño del ring. Solo voy a ir allí y hacer mi trabajo. No es la única excusa que ha puesto. Ha puesto muchas excusas. La pelea sucederá. Voy a noquear a Saunders, avisó el campeón mundial de la AMB y el CMB.

Más allá de sus pronósticos, Canelo dijo que no cree que vaya a plantearse una pelea excesivamente corta, sino que cree que si logra definir antes del límite no será hasta dentro del octavo, del noveno o del décimo asalto. “Espero que no necesitemos a los jueces”, dijo ironizando sobre otra de las quejas de Saunders, que quería que uno de los tres jurados fuese británico.