El próximo sábado 6 de noviembre, en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, Saúl El Canelo Álvarez buscará cumplir con el gran objetivo que se planteó a inicios de año y que consiste en cerrarlo como el campeón mundial indiscutible de la división de peso súper mediano. Para ello deberá vencer a Caleb Plant, dueño del cinturón de la FIB que es el único que le falta para conseguirlo.

El camino del tapatío en las 168 libras comenzó con su triunfo del 19 de diciembre del año pasado ante Callum Smith por decisión unánime, en el que fue su primer combate tras desvincularse de Golden Boy Promotions, para conquistar los títulos de la AMB y el CMB. Luego de resolver con un nocaut en el tercer asalto una defensa mandatoria ante Avni Yildirim, el 8 de mayo se impuso a Billy Joe Saunders por nocaut técnico en el octavo asalto, adueñándose del título de la OMB.

Tras largas negociaciones, entonces, consiguió llegar a un acuerdo para que Caleb Plant ponga en juego el cinturón de la FIB que le falta. El premio podría ser demasiado grande para el estadounidense, pues una victoria le daría tres cinturones de un tiro y lo coronaría a él como el indiscutible de las 168 libras.

Pero en la cabeza de Canelo Álvarez no pasa la posibilidad de perder. Incluso, llegó a decir que resolvería el combate con facilidad y pronosticó un nocaut antes del octavo asalto. El mexicano está entrenándose a conciencia para conseguirlo y ya dejó ver el peso que registró en la balanza a dos semanas de subir al cuadrilátero.

174.8 libras fue el registro de la balanza, un pesaje absolutamente correcto cuando todavía faltan 11 días para la pelea. Eso sumado a que el tapatío ha sido siempre muy disciplinado con su peso hacen pensar que no tendrá ningún problema para cumplir en el pesaje previo a la pelea.