Hablar de Ignacio Beristaín es hablar de historia pura del boxeo mexicano. El legendario entrenador, miembro del Salón de la Fama, fue figura clave en la carrera de campeones como Óscar de la Hoya, Ricardo “Finito” López y Daniel Zaragoza. Sin embargo, hay un nombre que siempre estuvo ausente en su ya impresionante palmarés: Julio César Chávez.

En una declaración que volvió a tomar fuerza, Beristaín recordó en 2022 que él mismo rechazó la oportunidad de entrenar al “César del Boxeo”. Lo dijo con claridad, como todo lo que ha hecho en su vida. Fue durante una rueda de prensa previa a una velada organizada en su honor, donde soltó la frase que aún retumba en el mundo del boxeo.

“Algunas ocasiones su mamá me dijo. Y le dije a la señora que lo sentía mucho, pero no quería estar en los zapatos de Cristóbal Rosas”, reveló Don Nacho con total sinceridad. La frase no solo sorprendió a los presentes, sino que dejó al descubierto el respeto y, al mismo tiempo, el límite que se trazó con respecto a Chávez.

Beristaín dejó en claro que su decisión no tuvo nada que ver con el talento de Chávez, al que considera un fuera de serie. Pero sí señaló que todo lo que rodeaba al campeón mexicano lo hizo alejarse de la posibilidad de dirigirlo. “Una vez estuve con él y terminé todo pisoteado. Había como 100, puros pisotones, aventones y jalones el día que le robaron la pelea con González”, contó.

El histórico entrenador reconoció que, aunque llegó a trabajar con él en momentos puntuales, como cuando lo ayudó a bajar de peso en París o Ciudad Juárez, jamás pensó en asumir un rol más permanente. “Claro que sí. Pero hubiera buscado la manera de no estar con él”, soltó sin rodeos.

¿Por qué Nacho Beristaín nunca entrenó a Julio César Chávez?

La razón fue clara: no quería verse envuelto en el entorno que rodeaba al boxeador. Aunque siempre reconoció su grandeza arriba del ring, Don Nacho prefirió mantener su estilo y su forma de trabajar lejos de los escándalos, las presiones y el caos que muchas veces acompañaban a Chávez.