Después que Terence Crawford decidiera desvincularse de la promotora Top Rank, pareció que su relación con Bob Arum, CEO de la compañía, había finalizado de todas maneras en buenos tperminos. Pero esa sensación se rompió después que el boxeador lo denunciara por racismo, asegurando que no había promocionado debidamente su carrera por ser negro.

“Simplemente no le importa, no apoya ni sabe cómo promover a los peleadores negros.Esto generalmente se debe a que los boxeadores afectados, que tienen contratos a largo plazo con Top Rank, temen que si hablan serán dejados de lado. Y no tendrán la oportunidad de pelear durante la vigencia de su contrato”, había expresado.

Viendo afectada su larguísima trayectoria como promotor y su reputación, Bob Arum no tardó en salir a responder a la denuncia hecha por Crawford. “La demanda de Bud contra Top Rank es frívola.Sus viles acusaciones de racismo son imprudentes e indefendibles”, comenzó diciendo a través de un comunicado.

“Él lo sabe, y su abogado lo sabe. He pasado toda mi vida laboral como promotor campeón de boxeadores negros, boxeadores latinos y otros boxeadores de color. No tengo ninguna duda de que la Corte verá el caso de Crawford por el intento de extorsión malicioso que es”, agregó.

La relación entre Crawford y Arum se volvió tensa después de la victoria del campeón mundial de peso wélter de la OMB sobre Kell Brooks en un estadio que no estuvo ni cerca de contar con el número de fanáticos que se esperaban y con ventas del evento que tampoco colmaron las expectativas. Luego de eso, al haber pedido Crawford un pago de 4 millones de dólares por pelear, Arum dijo que podría haber construido una mansión en Beverly Hills con todo el dinero que había perdido promocionándolo.