Si pelea Gervonta Davis entonces el mundo del boxeo se paraliza. Tank es una de las grandes estrellas del deporte en la actualidad y por eso la atención de este sábado 1 de marzo estuvo centrada en la pelea que tuvo el campeón ligero AMB ante Lamont Roach. El oriundo de Baltimore retuvo su corona y extendió su reinado luego de empatar 115-113 y doble 114 en una decisión que generó mucha polémica.

Las acciones comenzaron tal como se esperaban, con un Gervonta midiendo los tiempos, pero siempre mostrando el peligro que puede generar con su pegada. En ese contexto, Roach no tuvo mucho para analizar, por lo que tuvo que ser muy preciso con sus movimientos aunque demasiado no le resultó.

Tank es de esos que se caracterizan por pasar por encima a sus rivales y liquidar las peleas antes del último campanazo, pero también tiene la capacidad para ir debilitándolos poco a poco y dominar las contiendas con paciencia. Esta vez, la historia no se modificó en lo más mínimo y el libreto fue el que se especulaba.

Los primeros seis asaltos fueron muy estudiados y con muy pocos intercambios, pero el que más preciso y contundente se mostraba era Gervonta, quien no se metía en la distancia corta y elegía pegar y salir rápido. En el séptimo, Roach mostró algo de su repertorio, pero más bien el retador se dignó a respetar mucho al campeón y no exponerse por demás.

La polémica de la noche en la pelea de Gervonta vs. Roach

De cara al final de la contienda, cuando más tenía que arriesgar Lamont, Davis optó por no cambiar el ritmo y mantenerse lejos, aunque siempre amenazante. En el noveno round sucedió algo muy particular. Gervonta recibió un golpe en el ojo que le produjo una molestia instantánea, el campeón apoyó una rodilla en el suelo y cuando parecía que se trataba de una caída, enseguida se puso de pie y se acercó a su esquina para que lo limpien con una toalla. Las reglas indican que el asalto tuvo que haber sido 10-8 para Roach, pero en esa misma vuelta el campeón lanzó su mejor munición y el dudoso episodio quedó atrás.

De cara al final, al ver que no tenía nada que perder, Roach se la jugó al máximo y puso en apuros al campeón, pero no le alcanzó. La “victoria”, de manera un tanto polémica, fue para Tank, quien extendió su gran dominio en las 135 libras. Claro, técnicamente no ganó, pero retuvo su cinturón que es lo que más importa y el escenario parece listo para una revancha.