La preparación de Canelo Álvarez para la pelea del próximo 13 de septiembre ante Terence Crawford está en su momento más fuerte. El mexicano no quiere dejar ningún detalle librado al azar, por lo que decidió acelerar en las sesiones de sparring y entrenar con Jaron Ennis, alguien que se puede asemejar bastante a lo que le puede ofrecer Bud. En ese sentido, el próximo retador de Saúl se expresó sobre lo que vio de su rival mexicano y fue contundente con sus dichos.

Crawford no se siente menos que Canelo en lo más mínimo. Terence ha repetido en más de una ocasión que se encuentra lo suficientemente preparado para debutar en el peso supermediano y derrotar a uno de los mejores de la historia que pasó por las 168 libras. En ese sentido, el haber visto a Álvarez entrenando con Ennis le dio la señal necesaria para reflexionar que percibe el respeto que el mexicano muestra por él y su boxeo.

Crawford no respeta a Canelo por entrenar con Ennis

¿Qué hay de qué hablar? Estás peleando contra el mejor peleador del mundo. Más vale que te lo tomes en serio. Eso demuestra lo en serio que me está tomando y el respeto que me tiene. Porque si yo no hubiera peleado con nadie, si fuera muy pequeño o todo eso que los medios dicen, entonces no necesitaría a esos muchachos para prepararse contra mí. No necesitaría toda la ayuda que está recibiendo. Pero me alegra que la tenga, porque después del 13 de septiembre no habrá excusas”, le expresó Canelo a FightHub TV.

Y además agregó: “Él no soy yo, por mucho que digan que tenemos similitudes, que cambiamos de guardia y peleamos parecido. Él no soy yo y yo no soy él, él penas está intentando llegar a donde yo estoy, y todavía le falta mucho camino por recorrer”.

Por su parte, lo que busca Canelo es poder compartir el cuadrilátero con alguien que se parezca lo más posible a Crawford. Claro, se vuelve complicado el hecho de encontrar a un boxeador que sea tan hábil, rápido y potente como Terence, quien encima aceptó el reto de ascender hasta los supermedianos sin escalas. Aunque esto puede ser una ventaja para el tapatío, Saúl deja en claro que no subestima en nada a su retador.