Durante la semana del Gran Premio de México se llevó a cabo el Show Run en una de las avenidas más importantes de la capital mexicana: Paseo de la Reforma. El evento consistió en la realización de tres vueltas de prueba por parte del piloto mexicano Checo Pérez.
Desde las 10 de la mañana el evento abarrotó Paseo de la Reforma con mares de personas; familias completas buscando el mejor lugar, niños en hombros para tener la mejor vista y uno que otro que se subió a monumentos y paradas de autobuses para poder ver por un instante al favorito del GP México.
¡Toda una fiesta! Sin embargo, ¿y la pandemia?
El llamado de las autoridades a todas las personas para acudir al evento fue respetar los protocolos de salud ante la pandemia de COVID 19: uso de cubrebocas todo el tiempo y sana distancia, aspectos que muy pocos asistentes respetaron en el afán de ver a Checo.
Los conductores del evento insistieron al público en todo momento a respetar las reglas, con muy poco éxito, al grado que la seguridad del evento que al inicio del mismo recomendaba a quien viera sin cubrebocas a ponérselo, dejaron de hacerlo a la mitad de las vueltas del piloto mexicano.
Entendiendo que la gente quería verlo un momento, el corredor de Red Bullbajó de su monoplaza para la última vuelta y caminó entre la gente para después tomar el micrófono y dedicar unas palabras al público: “Nos lo merecemos todos, después de lo que ha pasado en estos años, es un evento para todos”.