De cara a la temporada 2023 de la Fórmula 1, que quedará inaugurada el 5 de marzo cuando se corra el Gran Premio de Bahrein, la Federación Internacional de Automovilismo realizó una modificación a un artículo de su reglamentación a la que deberán estar muy atentos los pilotos para evitar sanciones.
La misma consiste en la prohibición de realizar cualquier tipo de declaración de signo político o religioso sin el consentimiento previo del organismo, para resguardar así la neutralidad que quiere reflejar la FIA en estos aspectos. Un ejemplo de esta decisión en el deporte puede verse ya desde hace años en la FIFA, máximo ente rector del futbol a nivel mundial, profundizándose especialmente en los mundiales.
Ya dentro de la Fórmula 1, un acto que hubiese merecido sanción con la nueva reglamentación podría ser el del británico Lewis Hamilton en el Gran Premio de La Toscana en 2020, cuando lució una playera para protestar contra la violencia policial en los Estados Unidos. “Arresten a los policías que asesinaron a Breonna Taylor”, llevaba la misma como leyenda.
Así las cosas, el artículo 12.2.1 del Código Deportivo Internacional de la FIA expresa ahora que será considerado como una infracción“la formulación y exhibición de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen el principio general de neutralidad”, exceptuando aquellos que hayan sido previamente consensuados con el organismo.