Uno de los equipos de la Formula 1 que mejor se la pasa en la temporada sin duda es Red Bull Racing, pues todo el tiempo se la pasan probando comidas exóticas o haciendo desafíos que mantienen muy entretenidos a sus fans, pues tienen de conejillos de indias nada más y nada menos que a sus pilotos, el mexicano Sergio “Checo” Pérez y el neerlandés Max Verstappen.

En esta ocasión, Pérez y Verstappen fueron puestos a prueba para mostrar sus dotes no en monoplazas como están acostumbrados, pues en esta ocasión la escudería austriaca decidió que se subieran a avalanchas eléctricas previo al Gran Premio de Estados Unidos, donde ambos volantes jugaron como chiquillos.

Tanto el tapatío como el europeo tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones y el estacionamiento de la compañía donde les prestaron dichos vehículos, mientras que la escudería aprovechó parar presumir a sus conductores a través de sus redes sociales. Sergio también compartió el momento en su cuenta de Instagram.

Estos vehículos tenían los nombres de cada uno de los volantes, pues cada uno de sus asientos tenía grabado el apellido de cada uno de ellos, además de sostener un banderín con sus respectivos números utilizados en la Fórmula 1, como el “11” de “Checo” y el número “33” de Verstappen.