Pumas vive horas complicadas. En un contragolpe, Pumas se vio abajo en el marcador. Nicolás Benedetti aprovechó un resbalón de Héctor Ramírez le permitió quedarse solo con Sebastián Sosa. Definió a la humanidad del meta uruguayo y el balón acabó en el fondo de las redes. Nuevamente, Pumas tenía que remar contra corriente.

Ya en la parte complementaria, Eduardo Salvio se encontró con un balón que le dejó Gustavo Del Prete. El rebote con un defensa del Mazatlán le favoreció y sólo tuvo que dimitir cruzado ante la salida de Nicolás Vikonis. A pesar de que el empate fue positivo, lo más especial estuvo en el festejo del grupo.

El argentino corrió a la zona técnica y abrazó a su estratega. Todo el plantel hizo lo mismo y mandaron un mensaje, sin decir nada, de que están con el estratega. No hay que olvidar que varios medios de comunicación ya pusieron demasiados nombres en el entorno de Pumas en esta semana.