El pasado 20 de agosto, en Arabia Saudita, Anthony Joshua volvió a ser derrotado por Oleksandr Usyk, esta vez en fallo dividido, y dejó pasar la oportunidad de recuperar los títulos mundiales de peso pesado de la AMB, la OMB y la FIB que el ucraniano le había arrebatado el 25 de septiembre del año pasado, cuando lo venció en Londres.

Se creyó, entonces, que AJ debería despedirse por un tiempo de las peleas con títulos mundiales en juego, aunque le llegó el inesperado ofrecimiento de Tyson Fury, con quien en el pasado había negociado sin éxito la posibilidad de pelear por el campeonato indiscutible, para ser retador al título mundial del CMB.

Inicialmente, El Rey de los Gitanos había ofrecido a Joshua las opciones de pelear el 27 de noviembre o el 3 de diciembre. AJ se mostró dispuesto a tomar la pelea, pero pidió que la fecha fuese el 17 de diciembre para tener mayor tiempo de preparación teniendo en cuenta lo reciente de su última pelea. Pero el pedido fue rechazado, pues Fury espera enfrentar a Usyk en febrero y no quiere que las fechas se le junten tanto.

Tras un parate de las negociaciones debido al luto que inundó al Reino Unido por la muerte de la Reina Isabel II, desde el equipo de promoción del campeón mundial del CMB están listos para enviar a Joshua un contrato. Según Frank Warren, este recibirá un contrato muy pronto para que la pelea sea el 3 de diciembre.

Del lado de AJ, quien salió a expresarse fue Eddie Hearn, CEO de MatchRoom Boxing, dejando abierta la posibilidad de que el excampeón finalmente tome la pelea en una fecha que en primera instancia no lo convencía. "Joshua quiere todo ese humo", manifestó.