Se cumplió con todo lo estipulado y esperado, por lo que ahora es hora de aguardar el primero campanazo para que inicien las acciones. Canelo Álvarez y WIlliam Scull, se pesaron, aprobaron con creces y se vieron las caras por última vez antes de compartir el cuadrilátero este sábado 3 de mayo en Riad, Arabia Saudita. Eso sí, mucha seriedad…

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Luego de que el resto de los integrantes de la cartelera cumplieran con lo suyo, tanto Saúl como William aparecieron en escena e hicieron lo pactado. Primero fue el turno del cubano y, al subir a la báscula, marcó 166.1 libras para recibir los aplausos de los presentes. También por debajo de las 168 libras estipuladas estuvo Canelo y es que en su caso pesó 167.1. Solo restaba mirarse, posar para las cámaras y despedirse.
Canelo Álvarez y William Scull ni se saludaron
A diferencia de la conferencia de prensa del día jueves, esta vez no hubo apretón de manos y, tras sostenerse las miradas por unos cuantos segundos, giraron al frente para retratar un momento que será inolvidable en la carrera de ambos. Luego, fue el momento de unas últimas palabras y no mucho más.
“La verdad que es muy lindo, sentir el apoyo de la familia, de la gente que te rodea, que sabe vas camino al éxito. La verdad que es muy lindo. Sinceramente la diferencia de estatura no tiene nada que ver, estamos muy bien preparados y concentrados en lo que tenemos que hacer para traer la victoria a casa que es lo que más queremos”, comenzó diciendo Scull.
Y además agregó: “Este es el momento de William Scull y para nadie es un secreto. Se demoró, pero llegó, así que vamos a demostrarles y no vamos a desaprovechar la oportunidad. Quiero saludar a toda la gente de Argentina, de Cuba, de Alemania, de España, vamos a seguir demostrando de qué está hecho William Scull. Muchas gracias por todo, estoy muy contento”.

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Por su parte, Canelo fue más breve y soltó: “Es una experiencia muy bonita para mí. El venir aquí es un sueño más cumplido, vivir esta vibra muy bonita es muy motivante. Realmente no me importa que esté más alto o más fuerte, para mí es lo mismo, así que no es nada nuevo para mí. Se siente muy bien que esté Julio César Chávez acompañándome, porque es una leyenda del boxeo mexicano y para mi es un honor que esté él, mis amigos, mi familia”.





