Si hay un piloto que sin duda le pone sabor a la Formula 1, sin duda es el mexicano Sergio “Checo” Pérez, quien desde su arribo a la máxima categoría del automovilismo ha dejado su marca en cada uno de los equipos en los que ha militado, ya sea Sauber o Racing Point, al igual que en la actualidad con Red Bull Racing, en donde el azteca ha conseguido hacer una mancuerna imbatible con su compañero, Max Verstappen.

En el marco de su cumpleaños 32 el pasado 26 de enero, algunos fans del piloto originario de Guadalajara, Jalisco, decidieron recordar las bromas que el mexicano ha hecho en su estancia en el automovilismo internacional, y por ello no pudo quedar fuera la que Pérez le gastó a su antigua escudería, Sauber, con quienes consiguió cosechar tres podios en lo que fue su primera oportunidad en la categoría.

Con tan solo 21 años, Sergio decidió que el Gran Premio de Japón era una buena oportunidad para jugarle una broma a su escudería en aquel 2011 corriendo en la pista de Suzuka, en donde el tapatío relató a la prensa internacional: "Ellos estaban muy emocionados porque estábamos entrando en las posiciones de los puntos. Tuvimos un problema, teníamos algunas vibraciones y en la última parte del circuito, en la última curva, les dije que estaba perdiendo potencia y ellos se asustaron bastante. Crucé la meta y, unos pocos segundos después, se dieron cuenta de que era una broma".

En aquella disputa, Pérez finalizó en octavo lugar, después de que se escuchó por la radio su declaración desesperada que terminó siendo una pesada broma: “Estoy perdiendo potencia, pierdo potencia, pierdo potencia”, se escucha que les dice a sus ingenieros, quienes de inmediato le responden: “hasta la línea final, sigue empujando”, en un tono de preocupación pues parecía que se les escaparían los puntos, a lo que después del mexicano les reveló que era una broma.

Medios internacionales señalaron que el mexicano había hecho algo similar cuando competía en la categoría GP2 y que su ingeniero de ese entonces se dio cuenta de lo que estaba pasando, por lo que decidió cobrar venganza, y por ello cuando el mexicano preguntó cómo había terminado su compañero de equipo, Kamui Kobayashi, le dijeron que había quedado delante suyo, en cuarta posición, cuando el japonés en realidad acabó decimotercero.