Un vibrante encuentro fue el que protagonizaron Atlas y Cruz Azul en suelo estadounidense, para definir al campeón de la Supercopa de la Liga MX. La Máquina Cementera logró imponerse por penales en el choque que abre una nueva temporada. El trámite finalizó 2-2: Julián Quiñones fue héroe al igualar el partido en la última jugada, pero villano tras fallar el penal decisivo.

Atlas pegó primero por intermedio de un formidable tiro libre ejecutado por Emanuel Aguilera, y el bicampeon dirigido por Diego Cocca parecía encaminarse hacia una nueva conquista. No obstante, sobre el cierre de la primera mitad, Cruz Azul lo igualó por intermedio de Santi Giménez.

 

En el complemento, un gol de Ángel Romero adelantó a la Máquina Cementera, que empezaba a festejar cuando en una de las últimas jugadas, Atlas mandó todo al ataque en un tiro de esquina. Camilo Vargas logró cabecear y en el rebote, Julián Quiñones empujó a la red para decretar el 2-2 y forzar los penales.

Ya desde los doce pasos, la definición fue de gran paridad, con Camilo Vargas incluso muy cerca de atajar dos remates. Por su parte, Sebastián Jurado vio como Edison Flores remataba al travesaño, y luego, en el penalti decisivo, Julián Quiñones la envió a cualquier parte. De inmediato, el atacante colombiano rompió en llanto y gran parte de sus compañeros se acercaron a consolarlo.

El karma de Julián Quiñones

En toda su carrera, el atacante colombiano ha rematado solo seis penales durante los 90 munutos de tiempo reglamentario. Los números no son positivos. Convirtió sólo dos, ante Cruz Azul y América, ambos en el Apertura 2017. Asimismo, falló cuatro, todos con la camiseta de Lobos BUAP: dos frente a Monterrey, uno ante Tigres y uno más ante Atlas, su actual equipo.