Chelsea puso 50 millones de euros sobre la mesa para llevarse a Edson Álvarez. La cifra parecía suficiente para convencer al Ajax, pero el conjunto neerlandés no tuvo más remedio que rechazar la oferta por no tener tiempo para buscar un recambio en el mercado de pases.
La negativa del Ajax fue un duro golpe para el Machín, quien reconoció lo mucho que le afectó el no haber dado el salto a la Premier League:”Lloré todo un día y luego demostré que soy una persona fuerte. Claro que la decepción duró un tiempo, pero creo que todo pasa por algo“.
Álvarez tenía razones de peso para decepcionarse, pues el Chelsea representa uno de los clubes más importantes de la actualidad; sin embargo, no pasó demasiado tiempo para que el proyecto de los Blues se derrumbara, a pesar de la enorme inversión realizada.
Todo comenzó con la inesperada salida de Thomas Tuchel, quien no entraba en los planes de la nueva directiva del Chelsea. El elegido para asumir las riendas del equipo fue Graham Potter, uno de los entrenadores más interesantes el futbol inglés tras lo hecho en el Brighton.
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Sin embargo, las cosas no mejoraron para el conjunto londinense en los meses sucesivos. Y es que el equipo se despidió rápidamente de la FA Cup, de la Copa de la Liga y ahora mismo está en el undécimo puesto de la Premier League, muy lejos de la zona de competiciones europeas.
Ya sin los entrenadores que dieron el visto bueno para que se intentara su fichaje, el Machín ahora mismo no tendría sitio en el Chelsea y sería uno de los elementos prescindibles en el primer equipo, pues el próximo entrenador buscaría una plantilla acorde con su propuesta.
Ahora lo busca el Newcastle
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Quedarse en el Ajax no fue tan malo después de todo. El mediocampista mexicano pudo consolidarse como un referente en el conjunto de Amsterdam, destacando su calidad y liderazgo incluso en los momentos más delicados del actual campeón de la Eredivisie.
Esto convirtió a Edson en un elemento muy interesante para el Newcastle, equipo revelación de la Premier League que necesita a alguien como el Machín en el centro del campo. La espera valió la pena, pues como dice el viejo adagio: “No hay mal que por bien no venga…“.
